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James Cameron reflota el 'Titanic' para volver a hundirlo, en 3D, por el centenario

  • Después de 15 años sigue siendo la 2º película más taquillera, tras 'Avatar'

  • Os ofrecemos una secuencia de la versión restaurada

JESÚS JIMÉNEZ
9 min.

Hay muchas razones para reestrenar Titanic. La primera, que el próximo 15 de abril se cumplirán 100 años del hundimiento del famoso barco, que se suponía insumergible y que terminó hundido, a 4.000 metros de profundidad, tras chocar con un Iceberg. Una catástrofe que se saldó con el fallecimiento de 1.517 personas. Sigue siendo la tragedia marítima más recordada de la historia, en parte gracias al cine y la televisión.

La segunda, que también se cumplen 15 años del estreno de la película (19 de diciembre de 1997), que convirtió a James Cameron en "el rey del mundo", como se autodenominó al recoger 11 Oscars, entre ellos los de mejor película y director (un récord igualado únicamente por Ben-Hur y El Señor de los anillos3: El retorno del rey). El reestreno también coincidirá con el centenario (en mayo) de los Estudios Paramount, que cofinanciaron la película (junto con Fox). Son los más antiguos (1912) junto con los de Universal (de diciembre del mismo año).

La tercera es que la película sigue siendo la segunda más taquillera de la historia del cine (1.843,2 millones de dólares). Encabezó ese ranking durante 12 años (1997-2009) hasta que fue superada por el propio James Cameron con Avatar (2009) y sus 2.782,3 millones de dólares. Hay que tener en cuenta que, al ser en 3D las entradas de Avatar eran bastante más caras. Además, esa diferencia podría reducirse considerablemente con este reestreno.

La cuarta es que, pese a que tenga sus detractores, la película es Cine-Espectáculo con mayúsculas, con unos efectos especiales increíbles que hacen creíble el hundimiento del transatlántico, y que todavía no han sido superados. Y dos estupendos actores cuyas carreras terminaron de despegar gracias a Titanic, Leonardo DiCaprio y Kate Winslet.

"Quiero que el público lo viva"

Quiero que el público viva la película "como si estuviera a bordo del Titanic, corriendo los mismos riesgos que Rose y Jack" ha asegurado el director en el reestreno de la película en Londres, este martes.

Desde que empezó a manejar presupuestos desorbitados con Terminator 2, James Cameron ha buscado la renovación tecnológica en cada película, lo que le ha llevado a que cada proyecto, además de el más taquillero, también haya sido el más caro de la historia del cine. Titanic costó 200 millones de dólares (una locura que podría haber terminado con la carrera de Cameron si no hubiese sido un megaéxito)

Y ahora ha invertido 18 millones de dólares en convertir la película a 3D, un proceso que ha durado 60 semanas y en el que han trabajado más de 300 personas que supervisaron plano por plano para lograr una sensación de profundidad lo más próxima posible a lo que habría tenido si se hubiera rodado en 3D.

"No es perfecto, es 2,99D, no es realmente 3D", dijo el realizador de Avatar, que no obstante puntuó las conversiones que normalmente hacen los estudios "apresuradamente" a 3D en postproducción para incrementar su recaudación como de formato "2,4D. Quiero hacer esa distinción", señaló Cameron, satisfecho con el aspecto final de Titanic en tres dimensiones.

"Estoy bastante en contra de la conversión de filmes que tienen la opción de hacerse en 3D. Yo hubiera hecho Titanic en 3D si hubiera tenido los medios, pero creo que hay títulos clásicos que deberían ser pasados a 3D, aunque de forma correcta", indicó.

Titanic se reestrenará en 3D y también en algunas salas en 2D, aunque gracias a la digitalización de la versión original la calidad de imagen será mayor en cualquiera de los dos formatos que la que tuvo la película en su debut en 1997. "Lucirá mejor que todo lo que se ha visto antes", afirmó Cameron.

"Romeo y Julieta a bordo del Titanic"

James Cameron, presentó a los ejecutivos de la Fox el proyecto como "Romeo y Julieta a bordo del Titanic". Les dijo que costaría 150 millones de dólares y que no tendría continuación, por lo que daría origen a ninguna lucrativa saga como su Terminator. A pesar de las reticencias iniciales, los ejecutivos sabían que Cameron era el director más taquillero del momento y le dieron luz verde. Fue la única gran superproducción de ese año, lo que la benefició en taquilla.

Como en casi todos sus proyectos se propuso que todo lo que saliese en pantalla fuese fiel a los hechos históricos, empezando por rodar en los restos reales del Titanic (a 4.000 metros de profundidad) los primeros minutos de película, un capricho que costó 3 millones de dólares. Además contrató a varias empresas que habían colaborado en la construcción del Titanic original, como las que habían hecho las alfombras o los pescantes.

El barco se reconstruyó a escala real y siguiendo meticulosamente los planos y las fotografias que se conservaban. Todo fue cuidado hasta el más mínimo detalle y Cameron investigó las biografías de numerosos pasajeros, por lo que casi todos los personajes están basados en personas reales.

Fox invirtió 57 millones de dólares en comprar más de 161 mil metros cuadrados en la costa de Méjico donde se instaló un estudio, con una inmensa cisterna solo para construir el Titanic a escala real, y con todo lujo de detalles.

¿Un desastre?

El rodaje fue un auténtico infierno que duró 160 días (22 más de los previstos) durante los cuáles Cameron se forjó una reputación de perfeccionista e intransigente. "La producción de películas es una guerra. Una gran batalla entre los negocios y la estética" -llegó a asegurar el director-. Fue muy duro debido a que el equipo debía filmar muchas horas dentro del agua (Aunque Cameron estaba acostumbrado después del rodaje de Abyss)

Se mantuvo un secretismo absoluto. Y los medios de comunicación aventuraban un fracaso mayúsculo para lo que se definía como un disparate. Los costes se dispararon de 150 a 200 millones y Cameron se ofreció a renunciar a su sueldo de 8 millones de dólares y a su porcentaje de los beneficios.

Su estreno, previsto para el 2 de julio (la temporada alta de la taquilla en EE.UU) se retrasó, supuestamente porque los efectos especiales no estaban terminados. Pero sus competidores se apresuraron a considerarlo como un fracaso. "Lo máximo que sé es que no le temo... El barco se hunde. Todos se ahogan", aseguraba David Foster, coproductor de La máscara del Zorro, otro de los éxitos del año.

Los ejecutivos comenzaron a a comentar que Fox no recuperaría la inversión hecha en Titanic. Incluso se comentó que en apenas unos días habían tenido que invertir las ganancias obtenidas por Independence Day el año anterior (1996), en esta nueva producción.

Cifras insólitas

Pero el estreno de Titanic disiparía todas las dudas de que nos hallábamos ante un acontecimiento cinematográfico histórico. Llegó a los cines el 19 de diciembre de 1997 y con apenas dos semanas en cartelera había recaudado más de 124 millones, sólo en EE.UU y Canadá. El 14 de febrero (Día de San Valentín) fue el día en que recaudó más, con 13 millones de dólares. Y en marzo se convirtió en la primera película de la historia del cine que superaba los mil millones de dólares de recaudación (y no paró hasta casi doblar esa cifra con 1800 millones, una recaudación que solo fue superada por Avatar, 12 años después).

La película fue elogiada unánimemente, fue comparada con Lo que el viento se llevó, y arrasó en casi todos los premios del año, incluidos sus famosos once Oscar, y cuatro Globos de Oro (en total 89 galardones y 48 nominaciones internacionales)

Aunque pocos años después del boom las críticas empezaron a llover acusándola de facilona y sensiblera. En 2003, ocupó el primer lugar en una encuesta de los Mejores finales de películas, aunque también obtuvo el primer lugar en la encuesta de Peores películas de toda la historia. Sin embargo poco a poco las cosas volvieron a su cauce y se quedó como lo que realmente es, una gran, espectacular y entretenida película, posiblemente la más representativa del subgénero de catástrofes (al que pertenecen películas como El coloso en llamas, la saga Aeropuerto o La aventura del Poseidón)

"Fuimos a ver efectos especiales y nos encontramos con una magnífica (y muy bien contada) historia de amor que nos conmovía y convencía", escribía el crítico de cine Pablo Kurt.

Leonardo y Kate

Aunque muchos criticaron a Leonardo DiCaprio, al que veían más interpretando a uno de los ricachones que en el papel de Jack, el actor fue uno de los puntos fuertes de Titanic, ya que muchas espectadoras repitieron sólo por volver a verle. Y, sin duda, fue el papel que hizo despegar definitivamente su carrera.

El actor ya había conquistado a la crítica por sus trabajos en ¿A quién ama Gilbert Grape?, Vida de este chico, Diario de un rebelde o Romeo y Julieta, pero para darnos cuenta de cómo Titanic influyó en su éxito, sólo hay que ver su carrera posterior en la que prácticamente sólo ha trabajado con los más grandes, Spielberg (Atrápame si puedes), Scorsese (Gangs of new York, El aviador, Infiltrados, Shutter island) Sam Mendes (Revolutionary Road) o Eastwood (J.Edgar), aunque el Oscar se le resiste.

También el de Kate Winslet, una de las mejores actrices de los últimos años que fue nominada al Oscar por Titanic y lo consiguió, 11 años después, por El lector (2008), en su sexta candidatura. Crítica y público han alabado sus grandes interpretaciones en títulos como Quills, Iris, Descubriendo Nunca Jamás, Juegos secretos, El lector y Revolutionary Road.

Ambos volvieron a coincidir, 11 años después, en Revolutionary road. Un estupendo drama dirigido por Sam Mendes en el que interpretaban a un matrimonio desencantado, con frecuentes discusiones y sueños muy distintos. ¿Podría haber acabado así la historia de amor de Jack y Rose? Lo cierto es que su trágico destino convierte a esta historia de amor en eterna e imperecedera.

Una más de las muchas razones para disfrutar del Titanic en 3D. Sobre todo para aquellos que no la vieron en los cines. Porque hay una cosa clara, esta película hay que verla en pantalla grande.

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