La siderúrgica Arcelor Mittal, que la semana pasada anunció una parada indefinida en su planta de Madrid, ha informado a los trabajadores de que no se plantea reiniciar la producción en años y ha reafirmado su compromiso de que no haya despidos entre los casi 300 empleados afectados, según fuentes sindicales.
"El cierre es oficial. La empresa da plena libertad a los sindicatos y la filial española para buscar una salida a los trabajadores", ha indicado a Efe Enrique Soriano, representante de CC.OO. en el comité de empresa europeo de la compañía, líder mundial del sector.
El sindicalista ha explicado que la compañía se ha "comprometido" a que no haya ningún despido entre los 285 empleados afectados, de los 390 que trabajaban en las instalaciones de Villaverde, y que les ofrecerá su recolocación en las otras 13 plantas que tiene en España, alejadas en muchos casos cientos de kilómetros de la capital española.
El resto, seguirán en tareas administrativas o de logística. La compañía argumenta que el cierre responde a la caída de la actividad de la obra civil y de construcción en España. La planta afectada se dedicaba a la fabricación de vigas y laminados de acero y estaba parada desde octubre.
Según Edouard Martin, representante del sindicato francés CFDT, Arcelor Mittal "no quiere hablar de cierre definitivo porque no descarta reabrirla dentro de seis años si las circunstancias lo permiten", pero no ha presupuestado ninguna partida para el mantenimiento de la maquinaria en buen estado, ha declarado el sindicalista a la agencia France Presse.
Antes de anunciar esta medida, Arcelor Mittal ya había reducido su plantilla en 2009 con un programa de bajas incentivadas y desde ese año y hasta al menos la mitad de este 2012 está llevando a cabo un expediente de regulación de empleo (despidos temporales) que afecta a cientos de empleados del grupo en toda España, sobre un total de 11.500.
Paradas en otros países
En el resto del continente, la situación es también muy delicada. Según Martin, en la reunión de esta jornada en Luxemburgo, la dirección del grupo no ha descartado nuevos cierres: es más, “no son muy optimistas” sobre la planta de Schifflange en Luxemburgo, que está parada también desde octubre.
Además, ese mismo mes la empresa anunció el cierre definitivo de dos altos hornos en Lieja (Bélgica). En la planta checa de Ostrava también se ha puesto en marcha un plan de bajas incentivadas para 600 empleados, y en la francesa de Florange los altos hornos llevan meses parados.
Con esta estrategia, el grupo espera ahorrar cerca de 1.000 millones de euros, una medida que ha sido bien recibida por inversores como Deutsche Bank, informa AFP.
Otros sindicatos del grupo, como el vasco LAB, denuncian que mientras tanto, la empresa "sigue subcontratando y desvía cartera de pedidos a otros países".
La multinacional es la resultante de la fusión en 2006 de la india Mittal Steel y la europea Arcelor. El principal accionista, Lakshimi Mittal, posee la sexta mayor fortuna del mundo, según la revista Forbes.