Los países de la Unión Europea han llegado este jueves a un principio de acuerdo para congelar buena parte de los activos del banco central iraní con el fin de impedir a Teherán que financie su programa nuclear con estos recursos.
El texto no prevé una congelación completa de los activos del banco central iraní sino parcial, dado que incluye una provisión para permitir que "el comercio legítimo" continúe y para que la deuda iraní pendiente pueda ser pagada a los países europeos, según han informado a Efe fuentes diplomáticas.
Los embajadores de los Veintisiete reunidos este jueves ya no han abordado esta parte de las sanciones que la UE pretende imponer a Irán por su polémico programa nuclear y su continua negativa a cooperar con la comunidad internacional, por lo que se puede dar por cerrado el texto, que tendrá que ser aprobado, no obstante, el lunes por el Consejo de ministros de Asuntos Exteriores.
La UE quiere congelar activos del banco central iraní para evitar que "saque recursos de Europa" para financiar el programa nuclear, explicaron las fuentes.
Los países miembros permitirán, sin embargo, que continúen las transacciones legítimas en áreas consideradas no peligrosas o beneficiosas para la población iraní, han señalado.
Otro motivo para no congelar todos los activos del banco central es permitir que Irán pague sus deudas a los países europeos, han afirmado las fuentes europeas.
Por otro lado, los países de la Unión Europea aún no han cerrado totalmente los detalles del embargo a las importaciones de productos petroleros iraníes que quieren aprobar.
Los Veintisiete avanzan hacia la imposición de un embargo que se haría efectivo de aquí al mes de julio, pero aún existen divergencias entre los países.
Países como Grecia o Italia -junto con España, los más dependientes del crudo iraní- han defendido un periodo de transición lo más amplio posible, mientras que otros apuestan por proceder rápidamente.