El Gobierno ha decidido congelar en 2012 el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 641,4 euros al mes, a pesar de que los sindicatos CC.OO. y UGT le habían solicitado que lo subiera.
Esta es la propuesta que el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha enviado a los agentes sociales este miércoles, según han informado fuentes sindicales citadas por Efe, y que será aprobada en el Consejo de Ministros del próximo viernes, en el que se prevé la aprobación de medidas con un ahorro de 4.000 millones de euros (aunque el Gobierno todavía no ha cerrado su cuantía) y que contemplan la revalorización de las pensiones en 2012.
CC.OO. y UGT pidieron por carta el pasado 15 de diciembre al Gobierno que elevara en 2012 el SMI por la pérdida de poder adquisitivo acumulado por esta renta en los ejercicios 2010 y 2011 y que, según fuentes sindicales, está cercana al 3%.
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, mantiene este miércoles los primeros contactos con los sindicatos, CC.OO. y UGT, para lograr un acuerdo sobre la reforma laboral antes del próximo 7 de enero, después de reunirse este martes con los presidentes de la patronal CEOE, Joan Rosell, y CEPYME, Jesús Terciado.
Objetivo según la Carta Social Europea
En su carta las centrales recordaban que, según la Carta Social Europea, el SMI debe alcanzar el 60% del salario medio neto de cada país, lo que equivaldría a unos 1.026,4 euros mensuales.
Por ello, UGT y CC.OO. querían que el Gobierno del PP recuperara la senda alcista que el SMI tuvo entre 2004 y 2009, situación que cambió por la crisis económica, lo que llevó al Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero a aparcar su objetivo de que el salario mínimo llegase a 800 euros en 2012.
En el marco de esa política restrictiva la subida para 2011 se fijó en 1,3%, lo que le situó en los actuales 641,4 euros mensuales, cifra que ahora el PP ha decidido no incrementar para el año que viene.