La Comisión de Expertos para el futuro del Valle de los Caídos propone en su informe que los restos del dictador Francisco Franco sean exhumados y trasladados a otro lugar, mientras que los de José Antonio Primo de Rivera sean reubicados dentro de la Basílica para estar en igualdad de condiciones con los demás enterrados en el recinto.
El traslado de los restos de Franco no ha contado con el apoyo de tres miembros de la Comisión, que han manifestado su postura contraria a esta exhumación.
Los dos presidentes de la Comisión, Virgilio Zapatero y Pedro José González-Trevijano, han presentado este martes junto al ministro de la Presidencia en funciones, Ramón Jáuregui, las conclusiones que han alcanzado tras cinco meses de trabajo y que están basadas en una "resignificación" del Valle de los Caídos para convertirlo en un lugar en memoria de "todos" los fallecidos durante la Guerra Civil y la represión franquista posterior.
En este contexto, el informe subraya la intención de despojar al recinto de cualquier connotación ideológica y política y sostiene que esto sólo será posible si en él únicamente permanecen los restos de los muertos durante la guerra, ante lo que recomienda que los restos de Franco sean trasladados "al lugar que considere la familia" o a aquel "que sea considerado digno y más adecuado".
El traslado debe contar con consenso social
Para la Comisión de Expertos, este traslado sólo debe llevarse a cabo con un gran consenso social y de todo el arco parlamentario. Pero además, dado que la Iglesia tiene competencia plena sobre el interior de la Basílica, que es donde se encuentran los restos de Franco, la exhumación sólo sería posible con su autorización, por lo que anima al Gobierno a buscar un acuerdo con las autoridades eclesiásticas pertinentes.
En cuanto a la familia del dictador, los dos presidentes de la Comisión han desvelado que mantuvieron una reunión con su hija, Carmen Polo, que han calificado de "cordial", y en la que ella les pidió que los restos de su padre permanezcan en el lugar donde fueron enterrados en 1975. Además, les recordó que el Valle de los Caídos para su enterramiento fue una decisión del Gobierno de entonces, presidido por Rafael Arias-Salgado, porque su padre nunca había manifestado su deseo de ser enterrado en el lugar.
Pese a ello, tanto Virgilio Zapatero como González-Trevijano han coincidido en la necesidad de consultar a la familia cualquier decisión que se tome al respecto pero, al contrario que lo que sucede con la Iglesia, han reconocido que su posición no es vinculante y el Gobierno tiene potestad para contradecir su deseo.
Tres miembros en contra de la exhumación
Esta propuesta de traslado de los restos de Franco no ha contado con el apoyo de Miguel Herrero de Miñón, Feliciano Barrios y el propio González-Trevijano, quien antes de explicar su voto particular ha querido resaltar la "profunda vocación democrática" de los tres y asegurar que su discrepancia no pone en ningún momento en entredicho la calificación del franquismo como régimen dictatorial.
Al margen de esta consideración, consideran "complicado" poder trasladar los restos del dictador por la competencia de la Iglesia sobre el interior de la Basílica del Valle y son partidarios de la "continuidad y asunción" de la historia de España "tal y como es", aceptando "sus luces y sus sombras". Pero además, advierten de que el traslado de Franco 36 años después de su fallecimiento aún puede provocar "división, separación y tensión" entre la sociedad, algo que consideran necesario "sopesar y evitar".
El punto en el que sí coinciden los doce miembros de la Comisión es el relativo a los restos de José Antonio Primo de Rivera, que consideran que deben permanecer en el recinto por ser víctima de la Guerra Civil pero no ocupar un lugar preeminente dentro de la Basílica "dada la igual dignidad de todos los allí enterrados".
Despojar al recinto de connotaciones políticas e ideológicas
Entre el resto de sus recomendaciones, en las que sí ha habido unanimidad, la Comisión destaca la necesidad de una "resignificación" integral del recinto del Valle de los Caídos y para ello propone la creación de un conjunto artístico en la explanada que se encuentra frente a la Basílica que honre la memoria de todos los que están allí enterrados. Este monumento incluiría los nombres de todos los enterrados y también un recuerdo de aquellos que están sin identificar.
Pero además, considera necesaria la rehabilitación del cementerio, la creación de un espacio destinado a la meditación y la construcción de un centro de interpretación que explique "cuándo, cómo, por quién y por qué" fue construido el Valle de los Caídos.
La Comisión de expertos pone especial énfasis en la necesidad de detener el deterioro del recinto y advierte de que, sin una actuación urgente, el Valle de los Caídos quedará en ruinas en poco tiempo. La reparación del conjunto supondría unos 13 millones de euros, a los que habría que sumar la construcción del memorial y el centro de interpretación. Jáuregui ha reconocido que la disponibilidad económica en tiempos de crisis es "pequeña", pero ha recordado que el Ministerio de la Presidencia destina alrededor de cinco millones de euros anuales desde 2007 a actividades de recuperación de la memoria histórica.
En cuanto a la identificación de los restos óseos allí enterrados, la Comisión ha contado con el trabajo y asesoramiento de numerosos equipos de investigación y forenses, con los que ha llegado a la conclusión de que es "prácticamente imposible" la identificación individualizada de los fallecidos y su exhumación dado su mal estado de conservación.
La Iglesia tendría que autorizar la salida de los restos
Durante sus trabajos, Virgilio Zapatero y González-Trevijano mantuvieron reuniones con el abad benedictino de la Basílica, quien les trasladó su convencimiento del carácter religioso de la Basílica independientemente de los trabajos de la Comisión, y con el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, con quien quedaron en ampliar los contactos pero finalmente no tuvieron más encuentros.
Zapatero ha querido subrayar la responsabilidad de la Iglesia en el futuro del Valle de los Caídos y la Comisión, entre sus conclusiones, incluye la necesidad de establecer un nuevo Convenio con la Iglesia, ya que el actual data de 1958. A su juicio, con el tiempo transcurrido y la aprobación de la Constitución en 1978, este Convenio se ha convertido en un "anacronismo" que debe ser renegociado para que "las partes adapten sus actuaciones civiles y religiosas al espíritu de la nueva resignificación que se pretende".
"El nuevo Convenio debe diferenciar entre las obligaciones religiosas y el resto de las obligaciones y competencias que supone la administración y gestión del Valle, administración que salvo la Basílica, Abadía-Escolanía y Hospedería, corresponderá a la Fundación", establece el informe.
Un "asunto pendiente" que tendrá que afrontar el PP
El informe de la Comisión de Expertos quedará ahora en manos del próximo Gobierno del PP, a quien han animado a continuar con los trabajos porque se trata de un texto "que permite mirar hacia delante y hermanar a quienes estuvieron enfrentados", según ha asegurado González-Trevijano.
Jáuregui ha defendido que el futuro del Valle de los Caídos es un asunto "pendiente" para España y "una necesidad". "No es un acto de sectarismo, es un acto de reconciliación y de justicia", ha sostenido antes de pedir "por favor" al próximo Gobierno que no "entierre en el cajón" los trabajos de la Comisión. Según ha desvelado Jáuregui, ha trasladado al PP la presentación de este informe y además el PSOE se compromete con todo lo que recomienda.