La agencia de calificación de riesgos Fitch ha bajado la nota de la deuda soberana de Portugal un escalón, de BBB- a BB+, con perspectiva negativa. La rebaja sitúa la deuda portuguesa en el nivel de bono basura. La perspectiva negativa, además, abre la puerta a más recortes de calificación en el corto plazo, dentro de los próximos tres meses.
En un comunicado, Fitch justifica su decisión de recortar el rating de Portugal en los grandes desequilibrios fiscales del país, así como en el elevado endeudamiento en todos los sectores y las adversas perspectivas macroeconómicas.
De hecho, la agencia ha revisado las previsiones de crecimiento del país luso a la baja debido a las malas perspectivas económicas en Europa y ahora espera una contracción del 3% del PIB en Portugal en 2012. Las últimas estimaciones del Banco de Portugal, realizadas en octubre, esperaban un empeoramiento en las previsiones para 2012, de hasta el 2,2%.
Por eso advierte de que la recesión complicará los planes de consolidación fiscal del Gobierno portugués y afectará negativamente a la calidad de los activos de la banca lusa. "La crisis soberana supone un riesgo significativo para el sistema bancario luso, que surte de crédito a uno de los sectores privados más endeudados de Europa y es muy dependiente de la financiación mayorista, cuyo acceso ahora está cerrado", ha señalado la entidad, que espera que el BCE, en caso de ser necesario, proporcione la liquidez de emergencia requerida para la recapitalización de las entidades portuguesas.
Portugal logrará cumplir con su objetivo de déficit
Además, Fitch considera que el país debe afrontar importantes reformas estructurales para lograr que su economía sea más competitiva a largo plazo.
Pese a este entorno negativo, la agencia considera posible que Portugal logrará cumplir su objetivo de reducir el déficit público al 5,9% del PIB este año y el 4,5% en 2012, si bien advierte del problema de la deuda pública, que pasará del 93,3% del PIB a finales de 2010 y al 116% en 2013.
En su comunicado, la agencia elogia el programa de ajuste económico aplicado por su Gobierno conservador del primer ministro, Passos Coelho, contra el que precisamente este jueves los sindicatos han convocado una huelga general de 24 horas.
Fitch sigue los pasos de Moody's, agencia que rebajó la nota de la deuda soberana de Portugal en julio de Baa1 hasta Ba2, y coloca el valor de la deuda portuguesa al mismo nivel que Indonesia o Turquía, si bien estos países tienen una perspectiva positiva. Solo Standard & Poor's, entre las tres grandes calificadoras, mantiene a Portugal en un escalón superior.