Al menos 14 personas han muerto este jueves en Siria, entre ellas dos niños y cuatro soldados desertores, por disparos de las fuerzas leales al régimen de Damasco, pese al nuevo ultimátum dado por la Liga Árabe para poner fin a la violencia.
El opositor Comités de Coordinación Local ha informado de la muerte de los militares desertores y de un civil en la provincia central de Hama, mientras que cuatro civiles han perecido en Idleb (norte), dos en Homs (centro), dos en Dir Zur (este) y uno en Reqa (noreste).
En esta jornada, las provincias más afectadas por la represión del régimen de Bachar al Asad han sido de nuevo Hama, Homs e Idleb, los principales bastiones de la oposición y refugio de supuestos soldados desertores.
En Idleb, un grupo de estos militares disidentes ha atacado con lanzagranadas una sede de la institución gubernamental Liga de la Juventud de la Revolución en Maarat al Nuaman porque acogía efectivos de las fuerzas de seguridad, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Este grupo opositor ha agregado que las dos víctimas en Homs han muerto por disparos desde un puesto de control en el barrio de Karam al Zeitun. Mientras, en Hama, los cuerpos de seguridad han comenzado una campaña de detenciones en Hamidiya, que se ha saldado con el arresto de 27 personas.
En cuanto a los menores fallecidos, uno de ellos es una niña de 8 años que perdió la vida por el tiroteo "indiscriminado" de las fuerzas de seguridad contra varias viviendas en el pueblo de Subeijan, en Dir Zur.
Ninguna de estas informaciones ha podido ser comprobada por fuentes independientes debido a las trabas que las autoridades sirias ponen a los medios de comunicación extranjeros.
Nuevas sanciones
Por otro lado, nueve activistas arrestados en agosto pasado serán presentados este jueves ante un tribunal penal de Damasco acusados de formar una organización secreta que pretende cambiar el sistema social y económico del Estado y la difusión de informaciones falsas, según ha informado el OSDH, que ha pedido su liberación inmediata.
Estos sucesos han tenido lugar pese al nuevo ultimátum de tres días que la Liga Árabe dio el miércoles al régimen de Damasco para detener la violencia y recibir a observadores árabes sobre el terreno.
Este jueves ha entrado en vigor la suspensión de la participación siria en la Liga Árabe después de que el régimen de Damasco decidiera no asistir ayer a una reunión de los ministros de Exteriores árabes en Rabat, donde se iba a decidir sobre ese asunto.
En caso de no responder a las peticiones de la Liga Árabe antes del nuevo plazo, Siria podría enfrentarse a nuevas sanciones por parte de sus vecinos árabes, que no descartan presentar una queja formal ante la ONU.
La represión ha dejado en Siria más de 3.500 muertos desde el comienzo de las revueltas a mediados de marzo pasado, según las últimas cifras facilitadas por la ONU.