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Llega a los cines 'Asesinos de élite', espionaje mundial de la mano de Robert de Niro

Los protagonistas: Robert de Niro, Jason Statham y Clive Owen

  • La película está inspirada en hechos reales sobre los Servicios Secretos

ANA BELÉN GARCÍA FLORES
3 min.

Jason Statham, Clive Owen, y Robert de Niro disparan, ejecutan planes inverosímiles, escapan de la muerte “por los pelos” y sobre todo matan sin control por todo el globo. Ellos son los Asesinos de élite dirigidos por el debutante Gary McKendry, en la enésima vuelta de tuerca a una historia de espionaje internacional ambientada en los años 80.

El argumento narra como Danny (Jason Statham), un asesino de primer nivel, debe abandonar su idílico retiro en Australia, para rescatar a su amigo Hunter (Robert de Niro), y llevar a cabo una misión de venganza orquestada por un jeque árabe.

En su camino, se cruzará Spike (Clive Owen), un exagente de los Servicios Especiales Británicos (SAS), dispuesto a parar esta operación que deriva en un recorrido por las cloacas de los planes de “guerra sucia” elaborados en la sombra por los Gobiernos.

Espiral de violencia

Eso, en definitiva, es Asesinos de élite, una película de acción, capitaneada por el hierático Statham, donde la extrema violencia-saltos, explosiones, persecuciones, tiros y más tiros- ejerce de hilo conductor en una suerte de viaje frenético-son frecuentes los cambios de escenario, Londres, París, Omán, Australia, etc- que se asemeja a como rebasamos una aventura pantalla a pantalla en un videojuego.

De Niro ejerce de killer de vuelta de todo

Sobrevuelan la historia varias ideas, que pretenden ser profundas: sentido de la lealtad, el valor de la experiencia-encarnado en el papel de killer de vuelta de todo, de un desaprovechado De Niro, que se lía puñetazos en una vuelta a sus orígenes-, o la amistad por encima de todo.

Sentimientos que tan solo se apuntan, ahogados por la espiral de acción incesante que impregna el largo metraje de 116 minutos. Solo un ejemplo: aparecen tantos muertos que en Francia, donde se estrenó hace algunas semanas, se advirtió sobre imágenes que podían herir la sensibilidad del espectador.

Un mundo secreto

La película está inspirada presuntamente en hechos reales, en concreto, en el controvertido libro de Sir Ranulph Fiennes, The feather club, que narra los entresijos del SAS, entre espías dobles, tramas secretas, y un supuesto complot internacional. La versión fue desmentida en su momento por el Ministerio de Defensa Británico. El autor, Fiennes, está considerado como “el último gran aventurero vivo”, y fue miembro de los Servicios Especiales.

El director, Gary McKendry, explica como contaron con asesores especiales para tratar este “mundo de sombras” del espionaje secreto, aunque defiende que el film no es un documental y no tiene porque asemejarse a la realidad: “Hablamos con mucha gente del SAS y de los Navy Seals, pero son muchos enfoques distintos y muchos no querían hablar por la polémica del libro. Es difícil conseguir información sobre algunas cosas”, ha añadido.

McKendry, también alaba el oficio de Robert de Niro: “Es el mejor actor del mundo, y a veces te quedabas embobado mirándole. Sobre todo, en una escena de lucha en la estación en la que recuerda a Toro Salvaje”.

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