El miembro del consejo de gobierno del BCE, José Manuel González Páramo, subraya que el Tratado de la Unión Europea prohíbe expresamente que el instituto emisor actúe como prestamista de última instancia para los gobiernos.
González Páramo explica que entre las funciones del BCE figura la de comprar deuda de los bancos para suministrarles financiación, pero deja claro que esta actividad no se puede extender a los Estados. También ha rechazado de plano cambios en las normas que regulan la actividad del organismo.
"El BCE es prestamista de última instancia a la banca, es su función comprar el colateral adecuado para sus necesidades de financiación, pero no es prestamista de última instancia para los gobiernos, esto lo prohíbe expresamente el TUE", argumenta, antes de participar en unas jornadas organizadas por la CNMV.
Respecto a la posibilidad de que se introduzcan modificaciones legales para habilitar al BCE a dar más respaldo a los países europeos en la actual crisis de deuda, González Páramo apunta que "las normas que regulan la actividad del banco son las mejores en las que uno puede pensar".
Unidad de la eurozona
El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, reclamó una mayor implicación del BCE en la resolución de la crisis de deuda a través de la compra de bonos, al tiempo que abogó por que el organismo que preside Draghi actúe como prestamista de última instancia de los gobiernos.
Al ser preguntado por la posibilidad de crear una zona euro a dos velocidades, González Páramo asegura que "el único objetivo que tiene sentido a día de hoy es mantener el euro funcionando", y recalca que la eurozona tiene un contenido común que emana de sus 17 miembros.
Respecto a si estaría dispuesto a formar parte del futuro gobierno que surja de las urnas el 20 de noviembre, González Páramo recalca que no se ha planteado dicha posibilidad y que está inmerso en su trabajo como consejero del BCE. "Tengo un trabajo que me absorbe lo suficiente como para no pensar en otra cosa", apunta.