Los guatemaltecos ya han elegido un proyecto de derechas para los próximos cuatro años. Sólo queda saber si es el de Otto Pérez Molina (Partido Patriota) o el de Manuel Baldizón (Líder).
Dos candidatos de derecha se disputan la presidencia de Guatemala.
El primero es un proyecto cuyo lema lo dice todo: "Mano dura, cabeza y corazón". El general retirado Pérez Molina (61 años) ofrece combatir la delincuencia y la violencia que azota prácticamente todo el país. 18 asesinatos diarios y los grupos de narcotraficantes campan a sus anchas en amplias zonas de Guatemala. Promete también sanear la economía que está casi en bancarrota y mantener las políticas sociales del gobierno saliente de Álvaro Colom (socialdemócrata).
El general ganó la primera vuelta el 11 de septiembre y de imponerse en esta elección Guatemala tendrá de nuevo como presidente a un militar (eso sí retirado) desde el fin del conflicto armado que supuso 450 mil asesinados y 45 mil desaparecidos.
Y parece que así será porque todas las encuestas le dan como ganador aunque en las últimas semanas su adversario en esta segunda vuelta ha avanzado posiciones. Manuel Baldizón (41 años) hizo fortuna con distintos negocios en el norte del país. El pasado 11 de septiembre se impuso a otros nueve candidatos y forzó la segunda vuelta electoral.
El lenguaje populista de Manuel Baldizón
Prácticamente es un recién llegado a la política y en esta campaña se ha caracterizado por un lenguaje populista y mesiánico. De hecho, en muchos mítines se ha hecho acompañar por la Biblia.
Sus promesas son variopintas, pero entre las más llamativas está el Bono15, una paga extra anual a todos los trabajadores. O la aplicación de la pena de muerte. O regalar fertilizantes a los campesinos. Su reforma fiscal pasa por imponer un único impuesto del 5 por ciento a todas las rentas. Con eso, asegura, saneará las cuentas públicas.
¿Qué elegirán los siete millones 300 mil guatemaltecos con derecho a voto? El domingo, la respuesta. Lo seguro es que Guatemala, por primera vez, tendrá una vicepresidenta porque ambas candidaturas han elegido a una mujer como número dos. Y también es seguro que los guatemaltecos tendrán los próximos cuatro años un gobierno de derechas.