Guatemala ha votado este domingo sin incidentes de gravedad en unas elecciones presidenciales que tienen como gran favorito al conservador Otto Pérez Molina, que ha prometido luchar contra la criminalidad y la pobreza, lacras del país centroamericano.
Según los sondeos, el general retirado Pérez Molina, fundador del Partido Patriótico (PP) tenía unos 20 puntos de ventaja sobre su principal rival, el empresario populista Manuel Baldizón. No obstante, como no llegaría al 50%, las encuestas auguraban una segunda vuelta entre los dos candidatos de derecha.
La victoria de los conservadores está garantizada después de que la justicia rechazara la candidatura socialdemócrata de Sandra Torres, esposa del presidente saliente Álvaro Colom que se divorció hace unos meses para optar a la presidencia.
Así, de los nueve candidatos, solo una es de izquierdas, la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, aunque sin posibilidades de ser elegida, según esos mismos sondeos.
La participación, que por la mañana había sido elevada, ha sido calificada finalmente como “aceptable” por las autoridades electorales. Al cierre de los colegios, estas solo informaron de incidentes aislados, haciendo buenas las palabaras de Colom, que había augurado que el día iba a ser “una fiesta cívica”.
Balance sombrío
Colom, que no podía presentarse a la reelección (la Constitución no lo permite) se despide sin que sus múltiples planes hayan resuelto las grandes lacras del país, donde la mitad de sus 14 millones de habitantes vive en la pobreza, cientos de miles pasan hambre, y el analfabetismo sigue siendo del 30%.
Pese a ese dato, el tema central de la campaña giró alrededor de la inseguridad: Guatemala tiene una tasa de homicidios que sextuplica la media mundial con cerca de 50 asesinatos anuales cada 100.000 habitantes.
Gran parte de esa violencia es generada por los cárteles de la droga que han tomado el control de algunas regiones en la llamada ruta centroamericana por donde circula 90% de la cocaína consumida en Estados Unidos.
La lucha contra el crimen organizado en toda Centroamérica se ha escenificado, estos días, en la Conferencia Internacional de Guatemala. Un país que ya vive la precampaña de las elecciones de septiembre. Y las mafias y los cárteles han puesto en su punto de mira a los candidatos, especialmente a los alcaldes.
Este domingo se votaban además los 158 escaños del Congreso unicameral, 333 alcaldes municipales así como representantes en el Parlamento Centroamericano.
Los primeros resultados se esperaban entrada la madrugada de este lunes. Si es necesaria una segunda vuelta para las presidenciales, se celebraría el 6 de noviembre.