Los dos candidatos a la Presidencia de Guatemala iniciaron el jueves la recta final de la campaña para la segunda vuelta de las elecciones que se celebrará el próximo domingo.
Los dos contendientes, el empresario y abogado populista Manuel Baldizón, del partido Libertad Democrática Renovada (Líder) y el general retirado Otto Pérez Molina, del derechista Partido Patriota (PP), aprovechan las últimas horas que la ley les concede antes de la jornada de reflexión del sábado.
Según informa Javier Gutiérrez, enviado especial a Guatemala, ambos defienden programas de derecha y mano dura contra los delincuentes. Una media de 18 personas mueren asesinadas cada día y buena parte del territorio está en manos de grupos del narcotráfico. El país está en bancarrota y no hay dinero para infraestructuras ni para programas sociales
Este viernes, Pérez Molina tiene previsto un "apoteósico" cierre de campaña en el municipio de Mixco, en la periferia de la capital guatemalteca y uno de los más poblados del país.
Por su parte, Baldizón, abogado de 41 años, cuenta con el apoyo de una decena de partidos y de la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú.
Según una encuesta sobre la intención de voto de los guatemaltecos, publicada por el diario local Prensa Libre, Pérez Molina es el favorito con un 58,5% de intención de voto y 17 puntos de ventaja sobre Baldizón.
Financiación oscura
Por otro lado, ninguno de los candidatos han aceptado revelar los nombres de quienes financian sus millonarias campañas: Pérez Molina ha argumentado que por "razones de seguridad" sus patrocinadores que pidieron el anonimato, en tanto que Baldizón ha asegurado que él y sus familiares son quienes han aportado los recursos.
A finales de septiembre pasado, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) sancionó a los partidos en la contienda por haber superado el techo máximo de 5,7 millones de dólares establecido en la legislación local para financiar sus campañas. La sanción no tuvo mayor trascendencia porque la misma ley impide a las autoridades cancelar la ficha de las agrupaciones (máxima pena contemplada en la normativa), por estar en medio de la contienda.
Según datos de la organización no gubernamental Acción Ciudadana, desde mayo pasado, cuando oficialmente inició la campaña electoral, entre todos los partidos se gastaron más de 65 millones de dólares.
Aunque el presidente Álvaro Colom dijo el miércoles que esperan que la "fiesta cívica" del domingo transcurra con normalidad, y que los guatemaltecos acudan "en paz y con tranquilidad" a las urnas, las autoridades reforzarán las medidas de seguridad para evitar altercados.
El ganador de los comicios del domingo se convertirá en el séptimo presidente elegido por medio del voto popular desde 1986, cuando se instauró la democracia tras un largo periodo de dictaduras militares.