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Identificado el hongo 'asesino' de murciélagos

AMÉRICA VALENZUELA
3 min.

Ciencia al cubo

El nacimiento de perritos fluorescentes, la muerte de una chimpancé calva, qué son las neuronas espejo, el origen de los ojos azules o por qué nos salen canas. De la mano de América Valenzuela, en 'Ciencia al Cubo' pueden escuchar las historias más variopintas sobre temas científicos de actualidad. Emisión en Radio 5: Lunes a jueves a las 15: 42; Sábados 09:22 / 17:52 / 21:06; Domingos 09:22 / 17:55

Por fin han identificado al culpable. Al agente infeccioso que ha extinguido, a gran parte de las poblaciones de murciélagos de noreste americano. Es un hongo, el Geomyces destructans. Publica el hallazgo la revista Nature.

La debacle de los murciélagos comenzó hace ya casi seis años, en febrero de 2006. De una manera de los más inquietante. Un hombre estaba explorando una cueva en Albany, en Nueva York, cuando encontró muertos en el suelo miles de murciélagos extremadamente delgados, con las alas y la nariz cubiertas por una sustancia blanca.

Contó su extraña visión a las autoridades y los medios y, a partir de ese momento, se sucedieron otros testimonios. Otras personas habían vivido situaciones similares, habían visto cómo murciélagos que deberían estar hibernando refugiados en sus cuevas estaban revoloteando por los alrededores y en pleno día. Poco después caían fulminados, caían muertos contra el suelo.

El síndrome de la nariz blanca ha matado casi al 90% de los murciélagos de NY

La situación es grave desde que comenzó. El síndrome de nariz blanca, que es como se ha denominado a la enfermedad, ha matado a casi el 90% de los murciélagos de Nueva York.

Y esto no es moco de pavo: los murciélagos son cruciales para mantener a raya las poblaciones de mosquitos. Son su alimento. Si no hay murciélagos los mosquitos podrían invadir Nueva York. Por eso desde el primer momento los científicos se pusieron manos a la obra en busca de la causa de la enfermedad. Ahora por fin tienen al culpable y podrán luchar contra él.

David Blehert es el experto del Geological Survey de Estados Unidos que ha dirigido la investigación. Ha demostrado que el hongo ataca a los murciélagos mientras hibernan, y los mata. Ha demostrado que el hongo es el patógeno principal que acaba con ellos.

Hasta hace bien poco se pensaba que era un hongo oportunista, que atacaba a murciélagos ya debilitados y actuaba como el golpe de gracia. Ahora sabemos que no es así.

También ha demostrado que es contagioso. Estos pequeños mamíferos voladores se pegan el hongo unos a otros por contacto. Y también los murciélagos sanos se contagian por contacto con las paredes de las cuevas. Ahí es donde vive el hongo. Se reproduce con facilidad con frío y sin ayuda de un huésped en las paredes, pero cuando llega un murciélago prefiere instalarse en su piel.

Y por último, uno de los factores clave en la dispersión de este hongo somos nosotros, los hombres, que visitamos las distintas cuevas y nos lo llevamos pegados en la prendas, las manos o los zapatos. Por eso el gobierno federal ha ordenado cerrar miles de cuevas y minas abandonadas de gran parte de los estados que conforman el país americano.

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