Los equipos de rescate continúan retirando escombros y buscando supervivientes en los edificios derruidos tras el terremoto que sacudió el sureste de Turquía el domingo. El último superviviente rescatado ha sido un bebé de 14 días, que ha sido hallado con vida 46 horas después del seismo. El último balance oficial de muertos es de 432, con 1.300 heridos. Ha habido otra réplica este martes, con una intensidad de 5,4 en la región deVAn.
Mientras se siguen recuperando cuerpos, quienes se han quedado sin casa duermen en la calle, pese al intenso frío, o en campamentos improvisados por la Media Luna Roja en la provincia de Van, cerca de la frontera con Irán, la más afectada por el temblor.
Los vecinos están aterrados por las réplicas y la posibilidad de otro gran terremoto. "Tenemos miedo, hay temblores todo el tiempo. Los trozos de cemento caen de los edificios", dice Farzande Dilmac, de 70 años.
La Media Luna Roja turca ha distribuido 13.000 tiendas, y está preparando refugios para 40.000 personas, aunque aún no hay estimación del número de personas que se han quedado sin casa.
La organización ha sido criticada por no haber enviado suficientes tiendas a aldeas alejadas, donde las temperaturas han caído considerablemente durante la noche.
"No creo que la Media Luna Roja haya tenido suficiente éxito con las tiendas. Hay un problema en ese sentido", ha dicho Huseyin Celik, vice presidente del partido gobernante. "Pido perdón a nuestra gente", ha añadido.
Poco después, el presidente de la organización ha prometido que otras 12.000 tiendas iban a ser enviadas a Van este martes.
Testimonios de los afectados
"La vida se ha convertido en un infierno. Estamos enla calle, hace frío. No hay tiendas", dice Emin Kayram, de 53 años, sentado junto a una fogata en la ciudad de Ercis, tras pasar la noche al raso con su familia de ocho miembros.
Su sobrino estaba atrapado bajo los restos de un edificio a su espalda, donde los bomberos habían estado excavando toda la noche. "Tiene 18 años, es un estudiante. Aún está atrapado ahí. Es el tercer día, pero no puedes perder la esperanza, tenemos que esperar aquí", afirma.
Un trabajador de los equipos de emergencia ha narrado a Reuters cómo habían rescatado cuatro cadáveres durante la noche. Otro cuerpo envuelto en una bolsa amarilla fue recuperado por la mañana.
"Es como el juicio final", dice Mesut Ozan Yilmaz, de 18 años, que ha sobrevivido durante 32 horas bajo las paredes de un salón de té en el que se encontraba con unos amigos. Ileso pero en una cama de hospital, con la cara oscurecida pro el polvo, Yilmaz ha contado su odisea a la CNN turca.
"El espacio que teníamos era muy estrecho. La gente luchaba por tener espacio para sobrevivir", explica Yilmaz. "Apoyé la cabeza en el pie de un hombre muerto. Sé que estaría muerto si me hubiera rendido psicológicamente".
Mientras algunas familias entierran a sus seres queridos, otras aún hacen guardia ante lo que queda de sus viviendas esperando un golpe de suerte que permita encontrar a alguien con vida.