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La activista yemení dedica su Nobel de la Paz "a los jóvenes de la primavera árabe"

  • Tawakul Karman, premiada junto a la presidenta liberiana y otra activista

  • Promete seguir luchando para construir un "Yemen moderno y democrático"

RTVE.es / AGENCIAS
5 min.

"Esta es una victoria para la primavera árabe en Túnez, Egipto, Libia, Siria y Yemen. Es un mensaje de que la era de las dictaduras árabes ha acabado". Con estas palabras, nada más conocer que ha sido galardonada con el Nobel de la Paz de 2011, la activista yemení Tawakul Karman, ha dedicado el premio a "todas las revoluciones árabes", con un recuerdo especial "a la sangre de los mártires y de los heridos".

Desde la plaza de Al Taguir, en Saná, donde permanece acampada en protesta contra el régimen del presidente Ali Abdalá Saleh, Karman ha asegurado que continuará su lucha "contra la opresión y la injusticia hasta conseguir que se juzgue a Saleh".

"Es un mensaje a este régimen y a todos los regímenes despóticos de que ninguna voz puede ahogar a la voz de la libertad y la dignidad", ha subrayado Karman, de 32 años y madre de tres hijos".

La yemení, que pernocta junto a su hijo y una de sus hijas en una pequeña tienda de campaña, desconocía que era candidata al premio, de lo que se ha enterado este viernes a través de la televisión.

Lucharemos pacíficamente por un Yemen moderno y democrático

"Estoy muy contenta con este premio. Sabía que aspiraba a un premio en Estados Unidos de derechos y libertades, pero no al Nobel", ha explicado la fundadora de la ONG Mujeres a la agencia Efe.

Karman ha sido distinguida por el Comité Nobel de Noruega junto a la presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf, y a la también liberiana Leymah Gbowee por su "lucha no violenta por la seguridad de las mujeres y por los derechos de las mujeres para participar plenamente en las tareas de pacificación".

Periodista y madre luchadora

El premio a Karman ha cumplido, al menos en parte, las expectativas de los que este año esperaban que la lucha por la libertad de los activistas de la primavera árabe se viera premiada, aunque las apuestas apuntaban al norte de África, fundamentalmente a Túnez y Egipto.

"No permitiremos que nuestra revolución quede incompleta. Queremos un Yemen moderno y democrático. Eso es lo que los jóvenes, los mártires y los heridos han prometido conquistar", ha declarado Karman en el canal Al Yazira.

Se merece el premio, está lucha por la libertad de su gente

La activista es una figura clave entre los jóvenes activistas que han plantado cara al régimen de Saleh. "Yemen hará historia gracias a Tawakul Karman. Se merece el premio. Ella está luchando por la libertad de su gente", ha afirmado Abdulbari Taher, un líder opositor.

Antes de que la oposición a Saleh iniciase la revuelta en la que el Yemen se halla inmerso desde el pasado 29 de enero, esta mujer nacida en 1979 ya era conocida por organizar manifestaciones y acampadas contra el gobierno desde 2007.

Casada y con tres hijos, Karman coordina el llamado Consejo de los Jóvenes de la Revolución Árabe y es presidenta de la organización "Mujeres periodistas sin cadenas", que creó en 2005.

"Soy una ciudadana del mundo, la tierra es mi patria y la humanidad es mi nación", escribe Karman en el perfil de su página de Facebook, que utiliza, al igual que otros sitios web, para difundir su lucha por las libertades y los derechos.

Cabeza visible de la oposición

Cabeza visible del movimiento opositor, fue arrestada incluso antes de que estallaran las protestas, el pasado 24 de enero, pero poco después fue liberada y en seguida volvió a la carga contra el régimen. Tanto es así que el 29 de enero ya participó en una nueva manifestación, impulsó "el Día de la Rabia" del 3 de febrero, similar a los que habían inspirado las revueltas árabes en Egipto y Túnez, y el 17 de marzo volvió a ser detenida.

Como si de una premonición se tratara, sus artículos publicados en 2006 y 2007 ya anunciaban el estallido revolucionario en el Yemen, lo que le costó la cárcel.

Karman, que se define ideológicamente como moderada, pertenece al Partido de Reforma Islámica (Al Islah), brazo político del grupo conservador Hermanos Musulmanes y principal fuerza política opositora.

La activista viste el tradicional velo islámico o "hiyab" en vez del "niqab" que cubre todo el cuerpo de las musulmanas y que es muy habitual en este país profundamente conservador. Lo hace para compatibilizarlo con su trabajo de activista social, a pesar de las críticas de los islamistas radicales.

Su vocación de periodista ya le puso en 2007 en contra de las autoridades, que se negaron a concederle una licencia de radio y prensa para su organización feminista y no tardó en recibir amenazas de muerte por teléfono.

Hasta ahora, Karman era más conocida en el interior del Yemen que en el exterior, a pesar de que en marzo de 2010 fue galardonada en Nueva York con el Premio Internacional de Mujeres con Valentía.

Periodista, activista, luchadora y madre, esta yemení obtiene ahora la máxima distinción mundial en el terreno de la paz en un momento en que la situación en el Yemen parece derivar hacia una conflicto armado. Ella, mientras tanto, sigue confiando en la revolución pacífica.

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