El estilo preppy define a la moda que lucen los alumnos de los colegios de élite. En los años 80 tuvo alcanzó mucha popularidad y series como Gossip Girl lo han renovado y dotado de actualidad. Tommy Hilfiger es uno de sus fervientes defensores y sus últimas campañas muestran a grupos de jóvenes vestidos con minifaldas de cuadros, chaquetas de aire universitario, chalecos de plumas y jerseys jaspeados.
Para la primavera y el verano de 2012 insiste en esta tendencia pero va más allá y hace mezclas con prendas de estilo sesentero. Así destacan los vestidos-túnica en cuatro colores, con un patrón cómodo de generosos volúmenes.
Prendas masculinas, como los sastres, se reinventan en diseños femeninos como los monos de manga larga en amarillo y solapa negra que juegan al despiste.
Los cuadros también cambian de género y se adueñan de vestidos cortos de cuello halter, fundas para teléfonos y zapatos. La paleta cromática es variada, con tonos intensos y otros tranquilos como los khaki.
Hilfiger arriesga mezclando la clásica camisa Oxford con cazadoras moteras y hace del estampado camuflaje un toque chic para las prendas de baño.