La crisis de Estados Unidos amenaza a varios países europeos, entre ellos Italia y España. Bruselas insiste en que no hay razones para un plan de rescate. Los problemas energéticos del planeta podrán resolverse en poco más de 30 años con la llamada energía de fusión: es limpia, segura y, sobre todo, ilimitada. Un reportaje sobre la situación de Marruecos tras la aprobación de la nueva constitución y otro sobre la terapia con perros dentro de las cárceles, completan el programa.
La presión de la deuda
La crisis de Estados Unidos, con su economía entrampada, ha amenazado esta semana, en un extraño efecto “dominó”, a la de varios países europeos, entre ellos Italia y España.
Pese a los acuerdos alcanzados entre demócratas y republicanos para evitar la suspensión de pagos de la primera potencia, las dudas sobre el crecimiento de los Estados Unidos ha puesto de nuevo en estado de alerta a los países europeos, pese a la cumbre extraordinaria de hace dos semanas en la que se habían aprobado fórmulas para el rescate de Grecia y para dar estabilidad a los países de la zona euro en situación más delicada.
En Estados Unidos, el compromiso alcanzado no parece haber satisfecho a nadie: ni a los republicanos, atrapados por la presión de los miembros del “tea party” ni a los demócratas, cuyo presidente Barack Obama ha anunciado una década de reducción de gastos para acortar el déficit. En cuanto a Europa, sometida a los caprichos de la ola especulativa, tendrá que acelerar la creación de un fondo de estabilidad antes de que sea demasiado tarde.
ITER, la energía inagotable
Mientras el mundo está pendiente de la crisis económica internacional, científicos e ingenieros trabajan intensamente en lo que podría ser una solución a los problemas energéticos del futuro. Una de las vías que se exploran es la de la llamada energía de fusión, capaz de producir, -al contrario que la tradicional energía nuclear de fisión-, una energía casi ilimitada, limpia, sin apenas residuos y además, segura.
El primer reactor experimental se está construyendo en Francia: es el proyecto ITER y en él participan ingenieros y científicos de varios países, entre ellos España. ITER es, en estos momentos, uno de los proyectos de colaboración e investigación más grandes del mundo.
Informe Semanal ha estado en Cadarache, Francia, sede del futuro reactor de esta energía del futuro, cuyo valor ha subido muchos enteros tras el accidente nuclear de Fukushima que ha reavivado la necesidad de encontrar cuanto antes energías seguras para calentar y mover el planeta.
Marruecos, la otra primavera
En otoño Marruecos irá a las urnas. Mohamed VI anunció el adelanto electoral el pasado domingo, dentro del paquete de reformas que ha emprendido para su país.
Desde que comenzaran las revueltas del norte de África a principios de año, Marruecos –donde también se han producido manifestaciones y protestas-, ha iniciado un proceso de democratización del que todavía no se puede vislumbrar su total alcance. Aunque los poderes del Rey de Marruecos siguen siendo elevados, la nueva Constitución que los ciudadanos votaron el pasado 1 de julio, ha recortado algunos aspectos de su hasta ahora ilimitada capacidad de decisión.
Marruecos es el país del norte de África más cercano a España. Apenas 14 kilómetros separan las dos orillas. Su crecimiento es, pese a la crisis, del 5% aunque todavía existen grandes bolsas de pobreza y casi la mitad de su población es analfabeta. Un país donde hay izquierdistas, islamistas y radicales y en el que operan, cuando pueden, grupos terroristas vinculados a Al Qaeda.
Las reformas promovidas por el monarca alauita no han satisfecho a quienes exigen más democracia y transparencia para terminar con la corrupción que también afecta al entorno del monarca y a la clase política. Sin embargo, es evidente que Mohamed VI ha promovido actuaciones impensables en los llamados años de plomo de su padre Hassan II.
Mis ratos con Charli
No es habitual encontrar animales de compañía en el interior de las cárceles. Sin embargo desde hace años se desarrolla en nuestro país un proyecto único en el mundo que consiste en integrar a perros especializados en estos centros para ayudar a la rehabilitación de los presos con mayores dificultades.
Los perros actúan como co-terapeutas en la atención a los internos que padecen enfermedades mentales, porque con sus juegos y adiestramiento les hacen ganar confianza en sí mismos y disminuye su ansiedad. La terapia es voluntaria y forma parte del programa de atención integral que pretende, como toda la actividad de la cárcel, ayudar a mejorar las condiciones de vida de los presos y a su reinserción social.
Más de 500 internos se han beneficiado ya de este programa de colaboración entre Instituciones Penitenciarias y la Fundación Affinity que se encarga de la donación y cuidado de los animales. El programa está instaurado en 11 centros y en este año se incorporará a otros seis. Informe Semanal ha estado en uno de ellos, en la prisión Alicante II para escuchar y seguir las historias de varios de sus internos.