El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha vuelto a implicarse en las negociaciones con los republicanos para elevar el techo de la deuda, tal y como estos habían pedido para llegar a un acuerdo que evite la suspensión de pagos del país el martes.
Mientras los planes de demócratas y republicanos han vuelto a chocar este sábado en las dos cámaras y a última hora del sábado (madrugada en España) se aplazado una nueva votación para este domingo.
Por la tarde, en una agitada votación, la Cámara de Representantes de mayoría republicana rechazó, por 246 contra 173 votos, la propuesta demócrata para alzar el techo de la deuda que ahora se sitúa en 14,3 billones, antes aún de que el Senado iniciara los trámites para votarla.
Los republicanos optaron así por devolver el golpe que el Senado asestó el viernes a la propuesta del presidente de la Cámara Baja, John Boehner, al bloquearla poco después de que fuera aprobada en ese hemiciclo.
El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, ha revelado en una conferencia de prensa tras la votación que había hablado por teléfono tanto con el vicepresidente, Joe Biden, como con Obama, y ha dicho que el mandatario debería estar presente en la negociación para llegar a un consenso.
Impresiones contrarias
"Confío plenamente en que lograremos un acuerdo en un futuro muy próximo", ha declarado McConnell, mientras que Boehner ha subrayado que los estadounidenses pueden estar seguros "de que esta crisis se acabará" y de que "no habrá cese de pagos", informa Efe.
Ese optimismo contrastaba con la frustración que Reid ha expresado más tarde en el Senado, después de una visita a la Casa Blanca junto con la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
“No es cierto que estemos cerca de un acuerdo significativo“
Los dos legisladores se han reunido con Obama poco después de que el plan de Reid se estrellara en la Cámara baja, en un encuentro del que no han trascendido detalles. "No es cierto que estemos cerca de un acuerdo significativo", ha dicho Reid tras ese encuentro.
La última propuesta de los demócratas incluía elementos que pedían los republicanos y contemplaba una reducción del déficit de 2,4 billones en la próxima década y una elevación de la deuda de la misma cuantía, informa AFP.
Eso permitiría a la Administración estadounidense afrontar sus pagos hasta 2013. Sin embargo, los republicanos prefieren una solución más a corto plazo, que obligue a replantearse la situación en 2012, en pleno año electoral.
Obama, al que la gestión de esta crisis está pasando factura en las encuestas, rechaza esa opción. Pero confía en que los partidos lleguen a un acuerdo antes del martes para firmar una ley que evite un impago parcial de consecuencias impredecibles.