La Cámara de Representantes de EE.UU. ha vuelto a posponer la votación del plan republicano propuesto por el presidente de la Cámara, el republicano John Boehner, para elevar el techo de la deuda estadounidense, y evitar una histórica suspensión de pagos antes del próximo 2 de agosto. Los republicanos no han logrado conseguir los votos necesarios ante la resistencia de los congresistas del Tea Party.
Este nuevo retraso lo ha anunciado el coordinador de republicano Kevin McCarthy, sin mencionar cuándo será la próxima oportunidad, en una nueva muestra de la división dentro de su propio grupo. No obstante, mantendrán otra reunión para acercar posiciones a las 10.00 de este viernes (las 16.00 horario peninsular español), según ha informado el congresista Mike Pence citado por Reuters.
El propio Boehner ha reconocido durante este jueves que aún no había recabado el número de votos necesario dentro de su propio partido, pero ha afirmado que estaban "moviéndose en la dirección correcta".
Mientras, el tiempo corre en contra y el Departamento del Tesoro de EE.UU. ha confirmado la fecha límite del 2 de agosto como el momento en el que el país no podrá hacer frente a todas sus obligaciones, informa Efe.
La presión del Tea Party
La votación, que ya fue pospuesta el pasado miércoles, debe contar con al menos 217 votos a favor de los 435 totales. Por ello, los republicanos necesitarían contar con un apoyo con el que de momento no cuenta, el de los 20 congresistas del ultraconservador movimiento del Tea Party para quienes el límite de gasto propuesto por Boehner no es suficiente.
El plan presentado por Boehner pretende lograr una reducción del déficit público únicamente mediante recortes de gastos, y condiciona elevar el techo de la deuda a un recorte del presupuesto para la próxima década de poco menos de un billón de dólares.
Esta división del Congreso ha desembocado en un peligroso bloqueo político en Washington que amenaza con provocar la suspensión de pagos del país, la primera en su historia reciente, y podría ocasionar "catastróficas" consecuencias económicas, en palabras del presidente Obama.
Duda sobre senadores demócratas
Mientras, las dudas sobre el voto demócrata en el Senado también están en el aire. Si la ley superase la Cámara de representantes, de mayoría republicana, tendría que ser ratificada en el Senado, con mayoría demócrata.
"Ningún senador demócrata va a votar esa propuesta", ha dicho Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en la Cámara alta. Sin embargo, no está claro que algunos de ellos no opte por apoyar ese plan para evitar cualquier responsabilidad en una posible quiebra.
Como alternativa al plan republicano, los demócratas han propuesto un plan paralelo, que reduciría el déficit en 2,2 billones de dólares en la próxima década y autorizaría elevar la deuda hasta 2013.
El plan de los republicanos tiene un alcance menor (solo un año) con la intención de reabrir el debate en 2012, año en que EE.UU. celebra elecciones presidenciales.
La situación también provoca inquietud internacional. Según la presidenta del Fondo Monetario Internaciona, Christine Lagarde, el incumplimiento de EE.UU. para elevar el techo de deuda “supondría una caída del dólar frente a otras monedas” y aumentaría las dudas entre los que lo utilizan como moneda de reserva, según Reuters.