El Gobierno de Guatemala cree que el ataque en el que ha muerto este sábado el cantautor argentino Facundo Cabral iba dirigido contra el empresario artístico que lo acompañaba y no contra él.
El ministro guatemalteco del Interior, Carlos Menocal, ha dicho en una rueda de prensa que “la historia construida a partir de la investigación” de los hechos indica que el objetivo de los criminales era Henry Fariña, el empresario que conducía el automóvil en el que viajaba Cabral.
“Todo apunta que el ataque iba hacia Fariña y no hacia el artista”, ha precisado el ministro, que ha comparecido acompañado del presidente Álvaro Colom, el ministro de Exteriores y el embajador argentino.
Fariña, que resultó gravemente herido y se debate entre la vida y la muerte, ofreció a Cabral la noche del viernes llevarlo personalmente al aeropuerto internacional La Aurora, desde donde volaría a Nicaragua para ofrecer un concierto, según el relato oficial.
El empresario de origen nicaragüense pero radicado en Guatemala desde hace varios años, era el responsable de organizar los conciertos ofrecidos por Cabral durante esta semana en ese país, así como el que daría la próxima semana en Nicaragua.
Según Menocal, los sicarios iban en tres vehículos, uno de estos obligó a Fariña a reducir la velocidad, mientras que desde los otros dos abrieron fuego hacia el automóvil donde iba el cantante, y contra otro donde iban guardaespaldas del empresario.
El ministro ha dicho que todavía no conocen la identidad de los responsables del crimen ni el móvil del asesinato. El representante de Cabral, el argentino David Llanos, quien iba en el asiento trasero del vehículo donde viajaba el cantante, salió ileso porque se agachó, según las autoridades.
Investigación internacional
Por su parte, el presidente Colom ha anunciado que la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), una instancia Naciones Unidas, colaborará con las autoridades del país y decretó tres días de luto nacional.
“Esperamos resultados contundentes pronto” para esclarecer “este caso de gran impacto mundial”, ha dicho el mandatario, según el cual los criminales eran "profesionales” que “montaron un operativo bien planificado".
El asesinato del trovador, de 74 años, quien a lo largo de su carrera artística visitó más de una docena de veces este país centroamericano, ha convocado a centenares de personas en la Plaza de la Constitución de la capital guatemalteca, que vestidos de negro y con pancartas han repudiado el crimen y han exigido justicia.
Además, han aprovechado para condenar la impunidad y la violencia que azota al país y que cada día se cobra un promedio de 17 vidas.
A las condenas por el asesinato del trovador se han unido presidentes, artistas y otras personalidades de América que exigieron justicia a las autoridades del país centroamericano.