El primer ministro griego, Yiorgos Papandréu, ha pedido a los diputados de la oposición y a los de su propio partido que apoyen su nuevo plan de austeridad ya que se trata de una "oportunidad única" para que el país "siga en pie" en medio de la incertidumbre sobre la votación por la deserción de dos diputados socialistas.
Papandréu, y su ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, están inmersos en continuas consultas para convencer a los disidentes de su grupo parlamentario de la necesidad de aprobar las nuevas medidas, por duras que sean.
De ello depende la entrega de un quinto tramo de ayuda externa de 12.000 millones de euros para pagar sueldos y pensiones en julio.
Sin ese dinero, Grecia no podrá afrontar sus pagos y se convertiría en el primer país de la Eurozona que suspende pagos, lo que puede generar un efecto dominó que arrastre a la banca europea y acabe golpeando a otros países europeos.
"Les pido que escuchen su alma"
El primer ministro griego ha apelado este lunes al patriotismo de todos los parlamentarios para pedir el voto a favor de un draconiano programa de austeridad que salve al país de la quiebra.
"Les pido que escuchen su alma, la conciencia patriótica, ya que vuestro voto es esencial para que Grecia se ponga de pie", ha señalado Papandréu en el primer día del debate sobre las nuevas medidas que serán sometidas a votación el miércoles.
"Con el voto del programa nos aseguramos los 12.000 millones de euros del quinto tramo de ayuda externa, la estabilidad del país y la seguridad de sueldos y jubilaciones, además de la seguridad para los próximos años con un nuevo rescate externo", explicó Papandréu.
En alusión a las medidas dolorosas que aumentan los despidos y recortan sueldos y jubilaciones y suben los impuestos, Papandréu se ha comprometido a que "las prioridades de los próximos meses serán garantizar empleo y cambios".
Papandréu descarta las elecciones anticipadas
Declaró que gobernará hasta el fin de su mandato en 2013, descartando unas elecciones legislativas adelantadas. "En 2013 no solo estaremos fuera de peligro y con una deuda sostenible, si no que habrá crecimiento de la economía y con ese dato nos dirigiremos a los ciudadanos y pediremos el voto", ha declarado.
Papandréu ha afirmado que da por hecho el apoyo de su grupo parlamentario de 155 escaños, cuando se requieren 151 para aprobar las medidas.
“Es la hora de que el partido socialista haga su deber“
"Es la hora de el que el grupo parlamentario del PASOK haga su deber para el futuro de nuestros hijos", ha dicho Papandréu, quien además ha reiterado el llamamiento al resto de los partidos de oposición, que le han negado su apoyo.
Por último, el jefe de Gobierno ha hecho un llamamiento de solidaridad a sus socios europeos, sin olvidar la necesidad de que los griegos cumplan con su deber, "doloroso", ha dicho, pero "necesario".
"Pedimos a Europa que de el tiempo y las condiciones necesarias a Grecia, que le permita pagar su deuda sin asfixiar el crecimiento y al pueblo", ha declarado Papandréu.
Votación ajustada
El plan se votará en dos sesiones diferentes, la primera, el miércoles, será para dar el visto bueno al marco general de las medidas, mientras que el jueves se ratificará una ley adicional para su aplicación.
Dos diputados socialistas han expresado su intención de votar en contra por discrepar de la privatización del 17 % de la empresa nacional de electricidad, lo que debilita la magra mayoría parlamentaria de cinco escaños que tiene el partido del Gobierno.
En total el Movimiento Socialista Panhelénico cuenta con 155 diputados dispuestos a apoyar las medidas, después de haber tenido ya tres deserciones, aunque dos diputados fueron sustituidos y no se perdieron sus acta.
En la misma línea de Papandréu, Venizelos ha vuelto a pedir a los partidos de la oposición que apoyen las nuevas medidas de austeridad para salvar al país de la quiebra en el inicio de un debate clave acceder a las ayudas de la UE y el FMI.
"Voten con nosotros con la mayor unidad posible", ha declarado el nuevo ministro de Finanzas en el primer día del debate en el Parlamento de esas medidas, que se votarán el miércoles.
"Debemos ponernos serios de una vez por todas. Cuando hayamos votado el programa podremos presentarnos ante los socios europeos y el FMI)para pedir el quinto tramo de ayuda externa y para poder negociar la sostenibilidad de la deuda pública", ha asegurado Venizelos.
Con las manos vacías
Si la votación del miércoles supone la aprobación de los nuevos ajustes, éstos entrarían en vigor al día siguiente y prepararía el terreno para que los ministros del Eurogrupo aprobasen el próximo 3 de julio el nuevo tramo del plan de rescate.
En este sentido, el ministro ha preguntado a los diputados: "¿quieren que no se vote a tiempo el programa e ir con las manos vacías ante el Eurogrupo el 3 de julio y el 8 de julio a la reunión del FMI?"
"Cuando asumí mi cargo tuve en cuanta el peligro en el que se encuentra el país. La prioridad ahora es estabilizarlo", ha recalcado.
El programa para conseguir 78.000 millones de euros en cuatro años conlleva más impuestos, despidos y recortes en sueldos y pensiones para reducir el déficit al 7,5% del PIB este año y a menos del 3% en 2014.
Campaña ante el Partenón
El debate sobre los nuevos ajustes, que se prolongará hasta el martes y el miércoles, se produce en una atmósfera cargada de tensión política, donde los cortes de energía y la interrupción de los transportes y los servicios públicos marcarán el ritmo de la semana, debido a una huelga general de 48 horas convocada por los sindicatos frente a este nuevo paquete de austeridad.
De hecho, los sindicatos han abierto sus protestas en la madrugada del lunes al colocar una gigantesca pancarta en el Partenón de Atenas.
"El pueblo tiene el poder y no se rendirá jamás. Organizad el contraataque", señala el cartel colocado por el sindicato comunista Pame y que está no solo en griego, también en inglés.
La operación ha sido organizada por unos 300 militantes comunistas, que han entrado de madrugada en la Acrópolis con la banderola pese a estar cerrado su acceso al público, llevando banderas de su sindicato, según ha indicado uno de sus organizadores, Christos Katzotis.
Acostumbrado a las iniciativas de impacto mediático, el Pame ya había colocado una pancarta en la Acrópolis hace un año, cuando se lanzó el primer paquete de austeridad griego.