Los sindicatos y los empresarios han roto este jueves las conversaciones que mantenían para reformar la negociación colectiva, lo que obligará al Gobierno a legislar unilateralmente las normas que regirán los convenios colectivos.
El presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell, ha señalado que "a pesar del esfuerzo pedagógico", no han sido capaces de "hacer entender a los sindicatos" las necesidades de los empresarios. En este sentido, Rosell ha asegurado que "la decisión de certificar el fin de las negociaciones ha sido de mutuo acuerdo".
Por su parte, los sindicatos UGT y CC.OO. sitúan la ruptura final de las negociaciones en el documento presentado por la patronal el pasado lunes, que volvía a introducir aspectos como la ultraactividad (prórroga automática de los convenios colectivos una vez finalizan), que había sido apartado de las conversaciones en las últimas semanas en favor de otros como las mutuas, que las centrales accedieron a introducir, a pesar de encontrarse fuera de los convenios colectivos.
Falta de "valentía" y de "atrevimiento"
Ambas partes se han acusado de no haber dado los pasos necesarios para llegar a un acuerdo final en las negociaciones. El presidente de la CEOE ha sido el primero en señalar la "falta de valentía" de los sindicatos para dar nuevos pasos en la reforma, mientras que los sindicatos han asegurado más tarde que la patronal "no se ha atrevido" a dar el paso definitivo y "ha jugado con la táctica de ganar tiempo" para adoptar una decisión.
Rosell ha calificado la postura de los sindicatos como "prudente" y espera que adopten una posición "valiente" desde ahora. "Probablemente hemos sido demasiado ambiciosos y hemos querido llegar más lejos de lo que los sindicatos podían llegar", ha agregado Rosell.
“La música de la flexibilidad ha calado, nos ha faltado la letra“
El responsable de la patronal española ha explicado que durante las negociaciones las posturas llegaron a acercarse en los "temas principales" como flexibilidad (condiciones laborales de los trabajadores) y ultraactividad. Además, considera que ha habido un buen ambiente en las conversaciones. "En flexibilidad estamos todos de acuerdo, pero cuando lo tenemos que poner negro sobre blanco no nos ponemos de acuerdo", ha añadido Rosell.
El presidente de la CEOE ha rechazado que las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo hayan tenido alguna influencia en la ruptura de las conversaciones, porque además, ha habido otras interrupciones, por ejemplo cuando se acercaba el 1 de mayo, "y no ha habido interpretaciones", ha añadido.
“El resultado de las elecciones ha animado a la rebelión interna de una parte de la patronal“
A este respecto, el secretario general de CC.OO. Ignacio Fernández Toxo sí ha relacionado el distanciamiento final en las negociaciones con el resultado de las elecciones municipales. Unos resultados, que según Toxo "han animado a la rebelión interna" de una parte de las patronales que han impuesto límites más duros a la CEOE.
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha señalado el documento presentado por la patronal el pasado lunes, como el motivo de la ruptura final. Méndez ha asegurado que tenían un punto de confluencia "importante", en el objetivo de reducir los conflictos judiciales derivados de reclamaciones sobre la interpretación de los procesos de negociación colectiva.
En España, existen 350.000 conflictos judiciales derivados de reclamaciones de interpretación de los convenios colectivos, según ha señalado el responsable sindical, que ha agregado que querían conseguir que se avanzara en la "cultura de la negociación". Además, ha señalado que "el proceso podía haber termiando con acuerdo y con reforma profunda, eficaz y equilibrada".
El Gobierno toma el testigo
Los líderes de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, y el presidente de la CEOE, Juan Rosell, se habían reunido este jueves para tratar de salvar un pacto que antes de las elecciones municipales y autonómicas se daba por hecho, pero que se ha venido abajo después de que la patronal endureciera su postura en las últimas dos semanas.
Así, será el Ejecutivo el que tome el testigo y, tal como ha declarado en Radio Nacional el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aprobará su propia reforma en el Consejo de Ministros del próximo 10 de junio.
En la entrevista, Zapatero ha señalado que, aunque la normativa "tomara como base el punto de acercamiento al que habían llegado los sindicatos y la CEOE no hace tantos días", las líneas esenciales buscarán "que nuestras empresas sean más flexibles".