Portugal abrió este domingo la campaña para las elecciones anticipadas del día 5 agobiado por la peor crisis económica en cuatro décadas de democracia y la austeridad impuesta por su rescate financiero.
Los dos partidos que han gobernado el país desde la Revolución de los Claveles de 1974, el Socialista (PS) y el Social Demócrata (PSD, centro-derecha) son de nuevo los favoritos para ganar la votación, aunque su empate técnico en los sondeos puede complicar la formación de un Ejecutivo.
Sin carteles y con menos propaganda para honrar la austeridad que rige en esta nación de diez millones de habitantes, los políticos lusos iniciaron oficialmente la campaña con una tanda de mítines y concentraciones iguales a los que, de hecho, abundaban ya en las ciudades lusas desde hace semanas.
Los grandes protagonistas del choque electoral son el primer ministro en funciones, José Sócrates, de 53 años, y el líder conservador, Pedro Passos Coelho, de 46, que se muestra convencido de que va a acabar con los seis años de Gobierno socialista.
Sin embargo las encuestas le dan poco más de un 30% de las intenciones de voto, con uno o dos puntos porcentuales de diferencia respecto al PS y además con tendencia a la baja en las últimas semanas.
Tanto el PS como el PSD están comprometidos en el cumplimiento del programa de ajuste financiero y reformas del Estado exigido por Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para salvar al país del colapso con un préstamo de 78.000 millones de euros aprobado esta semana.