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Guía para no perderse detalle de la boda real del siglo

  • El protocolo marca al milímetro la boda entre Guillermo y Kate

  • La ceremonia se celebra en Westminster y el banquete en Buckingham

  • El vestido de la novia y la luna de miel, los secretos mejor guardados

RTVE.es / EFE
7 min.

El protocolo marcará al milímetro el desarrollo de la boda real entre el príncipe Guillermo y Kate Middleton. Aquí tienes una guía para no perderte nada del enlace.

La boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton comenzará a las 12 de  la mañana en la abadía de Westminster y durará una hora y  cuarto, tras lo cual los recién casados recorrerán en una carroza el  centro de Londres hasta el palacio de Buckingham, donde saldrán al  balcón para saludar.

Los primeros en llegar al templo de los 1.900 invitados lo harán a las 09.00 de la mañana y son los que St James's Palace, residencia del príncipe Carlos y  sus hijos, ha denominado "la congregación principal".

Los siguientes en llegar serán los jefes de Estado y de Gobierno  extranjeros y los miembros de las familias reales, que deberán empezar a  ponerse en sus sitios a las 11 de la mañana.

Tal y como dicta el protocolo, el novio y el resto de miembros de la  familia real británica, con la reina Isabel al frente, serán los últimos  en llegar, minutos antes de la entrada de la novia, que caminará hasta  el altar del brazo de su padre.

Recién casados y celebración

En torno a las 13.15 horas Kate Middleton ya será alteza real, aunque aún está por conocer el título oficial que tendrá la  pareja. A su salida de la abadía de Westminster, los recién casados  recorrerán las calles céntricas de Londres, previsiblemente en la 1902  State Landau, una carroza por caballos.

La State Landau es la misma que utilizaron el príncipe Carlos y Diana  en el recorrido que hicieron entre la catedral de St Paul y el palacio  el día de su enlace matrimonial, el 29 de julio de 1981.

Pero todo dependerá del clima, porque si llueve la pareja regresará  en el Coche de Cristal (Glass Coach) construido en 1881, que tiene un  techo permanente y que ganó celebridad porque fue el que llevó a Lady Di  a la catedral londinense el día de su boda.

A las 14.25 está prevista la salida de la pareja y de sus  familias al balcón del palacio de Buckingham, donde se espera otro gran  momento del día, el del beso del nuevo matrimonio.

Tras el saludo desde el balcón del palacio de Buckingham, se  celebrará el bufé por invitación de la reina, al que solo asistirán 650  de los 1.900 invitados, y por la noche la celebración tendrá un carácter  aún más privado con una cena y una fiesta ofrecidas por el príncipe  Carlos, con 300 personas.

El vestido de la novia y el anillo

Es el secreto mejor guardado de esta primera "boda del siglo". Según el diario The Daily Telegraph, Kate ha encargado tres vestidos distintos para garantizar la sorpresa el 29 de abril, en el caso de que haya filtraciones previas. Los rumores apuntan a la directora creativa de la firma del fallecido Alexander McQueen, Sarah Burton, así como a Daniella Issa, Jasper Conran y Alice Temperley.

La novia se trasladará a Westminster en una limusina Rolls-Royce, la misma en la que viajaban el príncipe Carlos y su esposa Camila cuando fueron atacados durante las protestas estudiantiles de diciembre pasado y que ha sido reparada en los últimos meses. La limusina tiene parte del techo y de la parte trasera de cristal, lo que permitirá vislumbrar por primera vez el traje.

El príncipe Guillermo no llevará anillo de casado. Sí lo llevará su futura esposa. Será un anillo hecho con oro que la reina Isabel ha regalado a su nieto. De acuerdo con la tradición, el oro para los anillos de las bodas reales proviene de la mina Clogau St David en la localidad de Bontddu, en el norte del País de Gales.

Ceremonia

Michael Middleton acompañará a su hija al altar, donde le esperará el príncipe Guillermo, junto al deán de la abadía de Westminster, John Hall; el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, y el obispo de Londres, Richard Carew, encargados de la ceremonia.

El deán dirigirá el oficio religioso, el obispo leerá la homilía y el arzobispo de Canterbury les convertirá en marido y mujer.

El obispo de Londres, que en las últimas semanas confirmó a la novia en la fe anglicana, es amigo personal del príncipe Carlos y conoce desde hace muchos años al príncipe Guillermo, fue el encargado de oficiar el funeral de Diana de Gales en 1997.

Padrino, dama de honor y pajes

La dama de honor será Philippa -más conocida como Pippa- Middleton, hermana de la novia, y el padrino el príncipe Enrique, que como manda la tradición anglosajona será el encargado de pronunciar el discurso durante la fiesta privada. Enrique manifestó recientemente que intentará ser comedido, pero admitió que introducirá algunas bromas que "harán que a mi hermano se le caiga el pelo".

Habrá seis pajes, de entre 3 y 10 años de edad, escogidos entre hijos y nietos de la familia y de amigos.

Elegidos por la pareja estarán, por ejemplo, lady Louise Windsor, de 7 años y prima hermana del príncipe; Eliza Lopes, de 3 años y nieta de la duquesa de Cornualles; dos ahijados del novio, Grace Van Cutsem, de 3 años, y Tom Pettifer, de 8 años, y Billy Lowther, de 10 años e hijo del secretario privado de Guillermo y Enrique.

El papel que tienen asignado es el de estar con la novia en la mañana de la boda, acompañarla hasta el altar y seguir a los recién casados en su salida del templo, tras lo cual se subirán en los carruajes de la procesión real hasta el palacio de Buckingham.

Los invitados y la música

Un total de 1.900 personas han sido invitadas a la boda. Familia, amigos, jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo, miembros de las monarquías europeas y personalidades célebres como Elton John, David y Victoria Beckham y Guy Ritchie. Entre los "ausentes" destacados los exprimeros ministros Tony Blair y David Cameron y Sarah Ferguson, duquesa de York, ex esposa del príncipe Andrés, tío paterno del novio.

Los novios han seleccionado himnos y corales "muy conocidos" para amenizar su enlace matrimonial, según informó la casa real, que no ofreció más detalles sobre esas piezas.

Tras el "sí, quiero", el coro de la abadía de Westminster y el coro de la Capilla Real interpretarán junto a la Orquesta de Cámara de Londres una fanfarria de unos 30 segundos de duración que lleva por nombre "Valiant and Brave", himno del 22 Escuadrón de la RAF en el que sirve Guillermo como piloto de búsqueda y rescate.

Claire Jone, la arpista oficial del príncipe de Gales, tocará durante la recepción que la reina Isabel ofrecerá tras la boda en el Palacio de Buckingham. El compositor oficial de la reina, sir Peter Maxwell Davies, ha sido comisionado para escribir una pieza que, según avanzó el autor, tendrá "un aire escocés".

La tarta, los regalos y la luna de miel

La tarta nupcial ha sido encargada a la repostera Fiona Cairns, que ha diseñado un pastel de fruta de varios pisos, decorado con nata y azúcar glas con motivos florales británicos. A eso se sumará una petición especial del príncipe Guillermo, que ha pedido una tarta de galletas y chocolates para la recepción del mediodía en el palacio de Buckingham, cuya receta se utiliza desde hace generaciones en la familia real británica.

La pareja no quiere regalos de particulares y en marzo creó un fondo solidario destinado a recoger las donaciones de todas aquellas personas que quieran conmemorar el enlace.

El fondo servirá para financiar la tarea de ONGs que trabajan en cinco causas elegidas por la pareja: la prevención del acoso escolar, los cuidados paliativos para niños, la atención a las fuerzas armadas y sus familias, la protección del medioambiente y la promoción del deporte y las artes.

Las donaciones pueden realizarse a través de la página web www.royalweddingcharityfund.org, que incluye la lista de 26 organizaciones no gubernamentales elegidas por los novios.

Y otro de los secretos mejor guardados medios locales han sugerido numerosos destinos como Jordania, Australia, Kenia -país en el que Guillermo pidió la mano de Kate-, las islas Mauricio o incluso una propiedad real en el condado de Hampshire (sur de Inglaterra), donde tanto el príncipe Carlos -con Lady Di- en 1981, como la reina Isabel -con el duque de Edimburgo- en 1947, pasaron parte de sus lunas de miel.

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