El consejo de administración de Ibercaja ha acordado por unanimidad iniciar los trámites para crear una entidad bancaria a la que aportará todo su negocio financiero, ha informado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Según la entidad, esta decisión se ha tomado "tras analizar los cambios que se están produciendo en el sistema financiero español, especialmente en el sector de las cajas de ahorros".
De hecho, este jueves, el Banco de España ha dado el visto bueno a los 13 planes de recapitalización presentados por nueve cajas y cuatro bancos.
Ibercaja ha puntualizado que el ejercicio indirecto de la actividad financiera permitirá separar "de manera más clara la capacidad generadora de ingresos del negocio bancario y la de continuar desarrollando a través de Ibercaja las que históricamente han sido sus finalidades básicas, reconocidas en estatutos, que se basan en el propósito de fomentar los intereses de la colectividad y, especialmente, los de carácter social", como la Obra Social.
La única caja sola
La caja aragonesa es la única que se mantiene sola, que no se ha fusionado, en el escenario de reestructuración del sector financiero. Además, la entidad ha mostrado su voluntad de seguir así, a pesar de algunos rumores de acercamientos a otras entidades.
El director general de Ibercaja, José Luis Aguirre, aseguró la pasada semana que "todos los proyectos" de acercamiento de otras entidades financieras podían "tener su encaje" en ella, aunque pronosticó que "probablemente, su futuro sea seguir en solitario".
Según los datos del Banco de España, Ibercaja posee un 10,23% de capital principal y cumple holgadamente el nivel del 8% que necesitan los bancos y el 10% de las cajas. Las entidades que suspendió la entidad emisora no llegaban a esos mínimos.
En concreto, la entidad aragonesa posee un capital principal de 2.425 millones de euros, que supone un coeficiente del 10,23% de los activos ponderados por riesgo.