Capital básico o 'core capital'
Es la proporción de los fondos de los que una entidad puede disponer libremente respecto a los activos ponderados por riesgo.
El objetivo de la reforma es elevarlo para que las entidades puedan soportar mayores pérdidas, por aumento de la morosidad, sin que peligre su estabilidad financiera.
El Banco de España ha cifrado en 15.152 millones de euros las necesidades de capital del sistema financiero español para cumplir con los nuevos requisitos de solvencia impuestos por el Gobierno, que a fecha de hoy incumplen doce entidades: ocho cajas de ahorros o bancos formados por ellas, dos bancos españoles y dos filiales de bancos extranjeros.
Las ocho cajas de ahorro que no cumplen son Bankia (la fusión de Caja Madrid, Bancaja y las cajas Insular de Canarias, Laietana, Ávila, Segovia y Rioja), Banco Base (CAM, Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura), Banca Cívica (Caja Navarra, Caja de Burgos, Caja Canarias y Cajasol), Mare Nostrum (Caja Murcia, Caixa Penedés, Caja Granada y Sá Nostra), CatalunyaCaixa (Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa), NovacaixaGalicia (la unión de las dos cajas gallegas, CaixaNova y Caixa Galicia), Caja España y Unnim (Caixa Sabadell, Caixa Terrasa y Caixa Manlleu).
Entre todas, necesitan recabar 14.077 millones de euros antes de octubre para alcanzar una proporción de capital de máxima calidad respecto a activos de riesgos del 10% y evitar que el Estado entre en su accionariado.
La fusión de Caja Madrid acapara un tercio de las necesidades
En términos absolutos, Bankia es la que más dinero requiere, con 5.775 millones de euros, seguida de NovacaixaGalicia, con 2.622 millones. Sin embargo, la situación del primer grupo financiero español es más holgada que la fusión gallega, ya que su capital básico alcanza el 7,1%, mientras que NovacaixaGalicia es la que peor situada se encuentra, con apenas un 5,2%.
En cuanto al resto de cajas que no cumplen, CatalunyaCaixa se encuentra en el 6,5% y Unnim, en el 6,7%, mientras las demás superan incluso el 8%, más cerca del 10% que la nueva normativa pide a aquellas entidades que no tienen suficiente participación privada, es decir, a las cajas de ahorro.
Destaca, en cualquier caso, la buena respuesta de las cajas rurales, ya que no suspende ninguna de ellas, así como de las cajas de ahorro que, como Ibercaja o La Caixa, tienen suficiente participación privada y pueden rebajar su umbral de capital básico requerido al 8%.
Cuatro bancos en problemas
En cuanto a los bancos, las necesidades conjuntas ascienden a 1.075 millones de euros, que se reparten entre dos filiales de bancos extranjeros, Barclays, que requiere 552 millones, y Deutsche Bank, con 182, y dos entidades españolas, Bankinter, con 333 millones, y Bankpyme, que necesitará ocho millones para completar su capital básico.
En términos relativos, no obstante, el peor situado es Barclays, que sólo tiene un 5,2% de capital básico, casi tres puntos menos del 8% que se requiere a los bancos. Bankpyme tiene 6%, Deutsche Bank se encuentra en el 6,4% y Bankinter llega al 6,9%.
La entidades que no llegan al umbral mínimo de capital básico tienen ahora 15 días para presentar un plan de recapitalización al Banco de España, que lo evaluará y dará su parobación para que esté ejecutado antes del 30 de septiembre, la fecha límite.
Estimación inferior a la del Gobierno
Con todo, se podrá dar excepcionalmente tres meses más a las entidades que hayan cumplido "básicamente" el plan y estén pendientes de algún trámite; incluso si se trata de una salida a bolsa, el plazo podrá llegar hasta marzo de 2012, aunque los trámites deberán estar iniciados en septiembre.
La estimación total del supervisor financiero es inferior a las cifras adelantadas por el propio Ejecutivo, que había calculado en torno a 20.000 millones de euros las necesidades de capital de las entidades españolas.
Asimismo, es muy inferior a la de las de los diferentes organismos de análisis, que habían dado cifras con una horquilla que iba desde los 17.000 hasta los 80.000 millones de euros. Este mismo jueves, Moody's ha cifrado en 40.000 millones esas necesidades, una de las razones que ha esgrimido para reducir la nota de la deuda soberana española.