Portugal se prepara este martes a pasar el primer examen de la Unión Europea, que exige un difícil consenso nacional para tramitar el rescate financiero pedido por el país la semana pasada. Un consenso que parece complicado en el actual contexto de una dura campaña electoral.
Los primeros técnicos enviados por Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya han llegado a Lisboa en medio del encontronazo político que ha causado la petición de ayuda, cuya negociación enfrenta nuevamente al Gobierno socialista y la oposición conservadora.
El comienzo del examen internacional se ha visto precedido por los deprimentes pronósticos publicados por el FMI sobre la economía portuguesa, en cuyo rescate -que puede alcanzar unos 80.000 millones de euros- debe también participar este organismo.
Malas previsiones económicas
El FMI prevé que Portugal sea en 2012 el único país de la Zona euro que siga en recesión, con una caída del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,5%. La contracción de la economía será mayor en 2011, cuando caerá un 1,5%.
Además, el paro alcanzará este año un 11,9% y en 2012 llegará a una cifra récord para Portugal: 12,4%. Esto se combinará con un aumento de la inflación del 2,4% en este ejercicio y del 1,4% en el siguiente.
Los malos presagios del FMI caen sobre un país agobiado por la presión de los mercados, que no ha aflojado pese a la petición del rescate, y que amenaza con encarecer aún más las emisiones de deuda que, por un valor de 4.500 millones de euros, debe realizar Lisboa desde ahora hasta junio, cuando reciba el primer tramo de ayuda externa.
Los intereses que penalizan la deuda soberana lusa a cinco años volvieron a superar el lunes la barrera del 10%. Mientras, sus obligaciones a 10 años, las de referencia en el mercado, se mantenían en los elevados niveles de la semana anterior, en torno al 8,65%, frente al 3,5% que paga la deuda alemana.
La pelea política lusa inquieta a Europa
El jefe del Estado luso, el conservador Aníbal Cavaco Silva, ha defendido que el actual Gobierno socialista negocie sólo la ayuda inmediata que necesita Portugal hasta que salga un nuevo Ejecutivo de las elecciones anticipadas del próximo 5 de junio.
Pedro Passos Coelho, líder del partido de Cavaco -el Social Demócrata PSD, de centroderecha-, comparte esa opinión y quiere que sea el ganador de los comicios (su formación, según todas las encuestas) quien negocie el programa de ajuste a medio y largo plazo.
Sin embargo, los socialistas se han mostrado decididos a negociar ya el conjunto de condiciones del rescate portugués, como quiere también la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE).
Ambos organismos exigen que haya un consenso claro entre los partidos portugueses y que, sea cual fuere el resultado de las elecciones, se asuman de inmediato los compromisos que debe cumplir el país.