La canciller Merkel está siendo criticada no sólo por haber actuado por razones electorales, sino también por haber ignorado al Parlamento a la hora de decidir el cierre provisional de seis centrales y la desconexion definitiva de una de las más peligrosas, Neckarwestheim, en Baden Wurtemberg ,donde se vota el día 27 de este mes.
Desde las páginas del Bild de este miércoles, el presidente del Bundestag, Norbert Lammert, miembro de la CDU de Merkel, se suma a las críticas de la oposición por no haber sido ni siquiera consultados a la hora de tomar esta decisión trascendental y anuncia un posible veto porque cree que el Gobierno podría haberse saltado la ley de prolongación de vida de las centrales aprobada el pasado octubre.
EL líder de los socialdemócratas, Franz Walter Steinmeier, ha denunciado que estos tres meses de moratoria son una maniobra electoral más y que, en el fondo, Merkel no va a cambiar su posición pronuclear.
Lo que se quiere, dice Steinmeier, es ganar tiempo en este año con varias elecciones regionales. Pero también entre las filas de los liberales, socios del gobierno, hay críticas. En este caso, se acusa a la canciller de haber cedido demasiado rápido a la presión popular.