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La ampliación del fondo de rescate y la competitividad centran la reunión del Eurogrupo

  • El fondo aumentaría su liquidez y su capacidad de maniobra

  • Alemania pretende armonizar el impuesto de sociedades

RTVE.es
5 min.

La ampliación del fondo de rescate de la Unión Europea (UE) y las controvertidas medidas exigidas por Alemania para aumentar la competitividad de la región centran la reunión mensual de ministros de Finanzas de la eurozona que se celebra en Bruselas.

Los titulares de Finanzas avanzarán en estas dos materias, que forman parte de un paquete más amplio de actuaciones contra la crisis de la deuda, que la UE pretende aprobar en la cumbre del 24 y 25 de marzo para acabar con las dudas que aún pesan sobre la economía europea.

El fondo de rescate fue aprobado en mayo de 2010 para socorrer a los países que pudieran presentar problemas de financiación, pero fue rápidamente cuestionado por los inversores debido al tamaño de las economías en peligro -como España- y a que la capacidad de financiación del mismo es en realidad inferior a los 750.000 millones comprometidos.

A la entrada de la reunión, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schuble, ha insistido en que este lunes no habrá decisión final sobre la ampliación del  fondo de rescate y que ésta no llegará hasta finales de marzo, aunque ha insistido en que ese  refuerzo estará vinculado a un acuerdo sobre un nuevo Pacto de  Competitividad que pide Berlín.

"No habrá decisiones, pero hemos dicho que  tendremos un paquete completo con los tres elementos (Pacto de  Competitividad, fondo de rescate y mecanismo permanente) a finales de  marzo", ha dicho Schuble. "En estos momentos, los mercados están tan estables que parece  mejor no desestabilizarlos con discusiones innecesarias", ha añadido.

Se cuestiona la propuesta franco-alemana

Sin embargo, varios ministros han cuestionado el contenido del  Pacto de Competitividad que defiende Alemania, y que incluiría  medidas como el retraso de la edad de jubilación, la supresión de las  cláusulas de indexación salarial, la fijación por ley de límites al  déficit o la armonización del impuesto de sociedades.

"Deberá determinarse cuál es el valor añadido de dicho pacto.  Nadie, al menos yo no, está en contra de aumentar la competitividad  en la eurozona. Pero necesitamos determinar si necesitamos nuevos  instrumentos para eso o si los que ya existen bastan", ha dicho el  primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude  Juncker, que asegura desconocer en qué consiste el pacto propuesto.

Su ministro de Finanzas, Luc Frieden, ha reclamado consenso  político para que los 440.000 millones de euros del tramo  intergubernamental del fondo de rescate puedan usarse íntegramente, y  ha apuntado que la manera más fácil de lograrlo es aumentando las  garantías aportadas por los Estados miembros.

"Casi todo el mundo está a favor de mejorar la competitividad,  pero ¿cuál es la mejor forma? No estoy seguro de que la propuesta  franco-alemana sea la mejor forma", ha señalado, por su parte, el  ministro finlandés de Finanzas, Jyrki Katainen.

España no cuestiona que se pongan en marcha medidas para reactivar la competitividad, pero la vicepresidenta económica, Elena Salgado, considera que "es un debate que hay que centrar" y sobre el que queda "mucho por discutir".

Respecto a las cláusulas de revisión salarial, Salgado ha recordado que, en España, éstas ya incorporan la productividad defendida por Alemania como uno de los componentes para determinar las subidas, y se ha declarado partidaria de la flexibilidad para que las empresas decidan sobre este asunto.

Un fondo más eficaz

Los líderes de la UE ya acordaron el 4 de marzo que harían lo necesario para aumentar la efectividad del fondo, mediante un aumento de su capacidad y de sus funciones, por lo que ahora toca a los ministros avanzar en la cristalización de este compromiso, de cara a poder adoptarlo en la citada cumbre de marzo.

Entre los nuevos usos que se barajan para el fondo se encuentra la compra de bonos para contener las turbulencias en los mercados de deuda, la concesión de líneas de crédito a los países con problemas (que serían menos exigentes que los rescates aplicados para Grecia e Irlanda); e incluso la suavización de las condiciones exigidas en los préstamos a Atenas y Dublín.

Competitividad y convergencia

Como condición para aceptar esta reforma del fondo, su principal contribuyente -Alemania- ha pedido a sus socios que acuerden una serie de medidas para incrementar la competitividad de la región y hacer converger sus economías, en un movimiento respaldado por Francia y acogido con frialdad por las instituciones comunitarias y muchos estados miembros.

Aunque Berlín y París aseguran que no han puesto ninguna medida concreta sobre la mesa y que todas las aportaciones serán bienvenidas, un documento filtrado por Berlín -que incluía sugerencias como la de prohibir asociar las subidas salariales a la inflación o de armonizar el impuesto de sociedades- provocó un acalorado debate en la última cumbre del pasado día 4.

Por otro lado, los ministros de Finanzas de la zona euro han elegido al belga Peter Praet como sucesor del austríaco Gertrude Tumpel-Gugerell en la junta del Banco Central Europeo, en un movimiento que precede a las maniobras al más alto nivel que se acaban de relanzar para encontrar un sustito del presidente de la entidad, Jean-Claude Trichet, cuyo mandato termina el próximo 31 octubre.

Uno de los candidatos que más sonaba se ha retirado de la carrera por la sucesión, se trata del alemán Alex Weber, que abandonará en abril la presidencia del Bundesbank.

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