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El gobierno egipcio apela a los bolsillos para desactivar las protestas

  • Mubarak anuncia una subida del 15% de los salarios de los funcionarios

  • También ha liberado a un importante activista y trabajador de Google

  • Este lunes se cumplen quince días del inicio de las protestas

  • Toda la información sobre las revueltas de Egipto en nuestro especial

ALBERTO FERNÁNDEZ
3 min.

El régimen de Hosni Mubarak ha multiplicado este lunes sus guiños a la población egipcia para desactivar las protestas contra él en la plaza Tahrir con la aprobación de un alza del 15% del sueldo de los funcionarios.

Además, ha anunciado la liberación del director de márketin de Google, Wael Ghonim, oficialmente desaparcido y uno de los líderes de las protestas juveniles. Ambas decisiones suponen un claro intento de ganarse a la opinión pública en un momento crítico, cuando la vuelta a la normalidad empieza a pasar factura  a las protestas en la calle.

La concentración sigue adelante

Este lunes, el número de manfiestantes en la plaza Tahrir ha sido inferior al de otros días aunque aún es suficiente para mantener el cordón humano que impide la entrada del ejército: “Cuando se vaya Mubarak nos iremos nosotros”, se podía leer en una de las pancartas esta mañana, marcada por el funeral de un periodista asesinado a  tiros en las manifestaciones de las semana pasada.

Mientras, el recién nombrado ministro de economía, Samir Radwan, anunciaba el plan para subir el salario a los funcionarios a partir de abril con un coste tortal de 6.500 millones de libras egipcias.

Aunque los funcionarios han sido uno de los pilares del régimen, la subida de precios desataron protestas en el 2008 debido a una subida de los precios de los alimentos. Estas protestas, que recuerdan a las de la actualidad, se calmaron tras una promesa de subida del sueldo de 30% por parte de Mubarak.

Las condiciones son las mismas

Pero ahora parece más difícil: “No confiamos en él, es un mentiroso,  ha hecho muchas promesas en el pasado”, ha asegurado Salih Abdel Aziz, un ingeniero del sector público  a la agencia Associated Press.

La subida, junto a la reunión con la oposición y el compromiso de reformas, trata de anestesiar la protesta social justo cuando se cumplen quince días desde el inico de las concentraciones.

Desde entonces, los egipcios han visto lo increíble: la caída del gobierno, el fin de la línea sucesoria de Mubarak, la detención de altos cargos, la renuncia a la reelección del anciano presidente, la primera reunión de representantes gubernamentales con los Hermanos Musulmanes y el anuncio del "Movimiento 25 de enero" de convertirse en partido político. 

Sin embargo, para las miles de personas que permanecen acampadas en la plaza Tahrir esto no es suficiente: “Solo queremos que se vaya Mubarak”, cuenta a RTVE.es un manifestante. Y, aunque a veces lo parecza, Mubarak aún no se ha ido.

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