La participación en los comicios presidenciales que se celebran en Portugal se situó hasta el mediodía local (12.00 GMT) en el 13,4%, un 6% menos que en el mismo escrutinio de 2006, según informaron las autoridades electorales.
En una jornada de bajas temperaturas, portavoces de la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) reconocieron a la radio lusa TSF que se trata de una afluencia "muy exigua", aunque explicaron que prevén una mayor participación en las próximas horas.
En las presidenciales de 2006, en las que fue elegido el actual presidente, el conservador Aníbal Cavaco Silva, la abstención total se situó en el 38,47 %.
Las dos últimas elecciones celebradas en el país, las locales y legislativas de 2009, tuvieron a las 15.00 horas GMT una afluencia del 45,3 % y 43,3 %, respectivamente.
El conservador Aníbal Cavaco Silva, actual jefe de Estado portugués y favorito en esta jornada electoral en Portugal, expresó su deseo de que "sea conocido ya hoy el futuro presidente de la República", en alusión a su deseo de evitar una segunda vuelta.
Cavaco, apoyado por el principal partido de la oposición, el centro-derechista Social Demócrata (PSD), pidió a los portugueses que "no dejen de votar", a pesar del intenso frío que se siente en algunas partes del país, y les conminó a realizar "un esfuerzo".
Bajo la sombra de la crisis
Cerca de 9,6 millones de portugueses están llamados a las urnas para escoger el próximo presidente del país.
Los portugueses eligen presidente inmersos en una crisis económica que se ha convertido en la peor que sufren en los últimos 30 años, y bajo la sombra de que el país tenga que recurrir a la ayuda externa, como ya lo hicieran Grecia e Irlanda.
El actual jefe de Estado, Cavaco Silva, es el favorito en las elecciones, en las que compiten otros cinco candidatos, entre los que destaca el poeta y diputado Manuel Alegre, respaldado por el gobernante Partido Socialista (PS), segundo en intención de voto, de acuerdo con los sondeos.
Según las últimas encuestas, el actual presidente portugués obtendría casi el 60% de los votos, frente al 20% de su principal rival, aunque otros sondeos rebajan en varios puntos esa diferencia. Para ser elegido en primera vuelta, hay que superar el 50%. En caso contrario, los dos más votados disputarían una segunda vuelta.
Cavaco Silva ha advertdo de que recurrir a una segunda vuelta perjudicaría al país frente a los mercados internacionales. No así a su principal rival, Alegre, consciente de que todas sus opciones pasan por competir en esa instancia solo con el aspirante conservador para atraer los votos del resto de partidos de izquierda.
Las urnas del país abrieron a las 08.00 hora local en el Portugal y en el archipiélago de Madeira y cierran a las 19.00 horas, mientras que en las Islas Azores -una hora menos que en Portugal- cierran a las 20.00 horas GMT.
El resto de candidatos
Los otros cuatro candidatos que concurren a los comicios junto a Cavaco y Alegre son Francisco Lopes, Fernando Nobres, Defensor Moura y José Manuel Coelho, todos ellos representantes de diferentes corrientes de izquierda, y que según los sondeos representan en torno al 15-20% de los votos.
Francisco López es un comunista que ha centrado su discurso en la resistencia a las medidas de ajuste aprobadas por el Gobierno.
El diputado por Madeira, José Manuel Coelho, es el candidato que ha llevado a cabo la campaña más pintoresca para estas elecciones presidenciales, mientras que el diputado socialista, Defensor Moura, que se presenta como independiente, ha reprobado al actual presidente por aprovechar su cargo para convertirse en un “adversario del Gobierno.
Por su parte, el humanista Fernando Noble ha repartido críticas a la clase política lusa en general, en la que se incluyen Cavaco y Alegre que no se han librado de ellas.
Octavas elecciones legislativas
Las elecciones presidenciales de este domingo son las octavas que celebra Portugal desde que la Revolución de los Claveles, del 25 de abril de 1974, instaurara la democracia en el país.
Desde entonces, el Partido Socialista (PS) y el Partido Socialdemócrata (PSD) se han disputado el poder.
Los socialdemócratas, que perdieron las elecciones legislativas y municipales de 2009, encabezan ahora las encuestas mientras los socialistas se hunden en la impopularidad de las medidas anticrisis.
Aunque durante la primera parte de los cinco años del mandato de Cavaco, su relación con el primer ministro socialista, José Sócrates, fue cordial, con el paso del tiempo las diferencias no han tardado en salir a la luz y se han evidenciado durante las dos semanas de campaña electoral.