El Tesoro Público ha colocado este martes 4.009 millones de euros de los 11.033 millones solicitados en la subasta de Letras a tres y seis meses. Los tipos de interés se han visto ligeramente reducidos en la última subasta, según los datos publicados por el Banco de España.
En concreto, el Tesoro ha adjudicado 1.309 millones en Letras a seis meses de los 5.104 millones solicitados. El interés marginal de la emisión se ha vuelto a reducir ligeramente al situarse en el 1,06%, frente al 1,17% de la última subasta de este tipo de letras.
En Letras a tres meses, el organismo ha colocado 2.700 millones de los 5.929 solicitados por el mercado. En esta ocasión, el tasa de interés marginal también se ha reducido, al situarse en el 0,648% frente al 0,699% anterior.
El importe solicitado en la puja, que asciende a los 11.033 millones de euros, vuelve a reflejar una mayor confianza en la deuda soberana española, sobre todo desde la publicación de los test de solvencia al sistema financiero español.
Las últimas subastas superan las expectativas
Además, la emisión demuestra que el organismo público ha vuelto a cumplir sus expectativas. Para esta subasta se había pronosticado colocar entre 3.500 y 4.500 millones, unas cifras similares a las de las últimas emisiones del Tesoro.
Sin embargo, el éxito de esta subasta se debe a la mayor cercanía a los máximos previstos y ha haberse registrado tipos de interés más bajos que en anteriores ocasiones.
La buena situación de la deuda española ha hecho que en la subasta del pasado martes, el Tesoro superó el objetivo máximo que preveía captar, al colocar 5.515 millones en Letras a 12 y 18 meses.
En cuanto a la última subasta de Letras a seis meses y tres meses, que tuvo lugar el pasado 27 de julio, el Tesoro colocó 3.428 millones de euros, lo que supuso casi otro máximo previsto y unos tipos marginales ligeramente más bajos a los que se esperaba días antes del acto.
La deuda española vive un buen momento
Tras la rebaja que la agencia de medición de riesgos Fitch aplicara a finales de mayo, la deuda española España se encontró con dificultades crecientes para colocar sus emisiones, y los tipos de interés marginales se dispararon.
Este encarecimiento de la deuda, tanto de bonos, letras u otros productos, era el reflejo de la desconfianza de los mercados con España y ha provocado las dudas de los inversores ante la capacidad del Estado para hacer frente a los compromisos con sus acreedores.
El punto de inflexión se produjo en la segunda quincena de julio, a partir de la publicación de los test de resistencia a los que se sometieron las entidades financieras españolas.
A partir de entonces, los mercados recuperaron la confianza en la deuda pública española y en su capacidad para salir de la crisis, y en todas las subastas celebradas desde entonces, tanto de bonos, letras y obligaciones, el interés decayó.
El pasado 6 de agosto el Tesoro se decidió a aprovechar el incremento de demanda de deuda española y ha convocado una subasta extraordinaria de obligaciones a 10 años para el próximo 16 de septiembre, con un cupón del 4,85%, una vez constatado que en las últimas subastas los títulos españoles eran objeto de peticiones muy superiores a los importes finalmente adjudicados.