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Tonos pastel, vestidos largos y llamativas tiaras: la elección de las invitadas a la boda sueca

ESTEFANÍA DE ANTONIO
4 min.

Una boda real siempre es un escenario ideal para que los diseñadores promocionen sus colecciones y las princesas reivindiquen su estilo. El enlace entre la heredera Victoria de Suecia y Daniel Westling no podía ser menos, y también ha contado con un sinfín de invitadas ataviadas con sus mejores galas.

Un adelanto: los tonos pastel, los vestidos largos, la ausencia de joyas y las llamativas tiaras han sido la apuesta de la realeza europea pero, por cuestiones de protocolo, habrá que detener antes la mirada en el traje de la novia.

Victoria ha elegido un diseño del sueco Pär Engsheden que ha dejado a todos boquiabiertos por su sencillez y elegancia. Un vestido en seda duquesa satinada en color crema, con manga corta y cuello barco y una cintura muy marcada por un fajín abotonado en la parte posterior. La cola del vestido, de cinco metros de longitud y ribeteada, iba sujetada al velo.

Como adornos, la princesa de Suecia ha escogido una diadema con siete camafeos, que ya lució su madre en su boda hace 34 años, así como un velo de encaje.

La Casa Real española, "goyesca" y elegante

Pero no todos los ojos han estado puestos en la novia. Los modelos de la Casa Real Española también han atraído muchas miradas bien por su originalidad, bien por su discrección y elegancia.

La Infanta Doña Elena ha sido la más atrevida y, fiel a su estilo, ha lucido un vestido rosa fucsia de inspiración goyesca de amplia falda, que asemeja un capote, y una torera de pedrería con borlas en las hombreras. La Infanta Cristina,  por su parte, ha optado por un look más discreto en forma de vestido vaporoso en color aguamarina. Ambas han lucido unas preciosas tiaras.

La Reina Doña Sofía,  que ha acudido sin la compañía del Rey Juan Carlos, convaleciente aún de su operación, se ha decantado por el estilo más repetido entre las asistentes: vestido de encaje en tonos pastel, muy parecido al de Doña Letizia.

La Princesa de Asturias,  elegida como una más elegantes de la noche de gala que precedió al enlace, ha lucido un vestido en tono "maquillaje" de manga corta y encaje, confeccionado por su diseñador de cabecera, Felipe Valera, además de un original moño trenzado adornado con una diadema.

Menos joyas en tiempos de crisis

En general, las invitadas a la boda han preferido vestir llamativas tiaras en lugar de joyas, por lo que hemos visto muchos cuellos y muñecas desnudas.

Así por ejemplo, Rosario Nadal,  que ha acudido al enlace junto a Kyril de Bulgaría, no ha llevado ni un solo complemento y ha sido una de las más elegantes. con un traje de medio hombro, de corte imperio adornado en el pecho con plumas y en tonos azul mar.

Otra de las que nunca pasan desapercibidas ha sido la Reina Rania de Jordania, también desprovistas de joyas y muy guapa con un vestido en color azul pavo y un moño alto adornado con una discreta diadema.

Los tonos pastel y el morado

Los tonos pastel así como el morado, el rosa y el azul han sido los protagonistas en los vestidos de ellas. Colores "maquillaje", "nude" o rosa palo han sido los preferidos por las asistentes a la boda real sueca. Y "nude" ha sido el color del vestido de la guapísima nadadora sudafricana y novia del Príncipe Alberto de Mónaco, Charlene Wittscock.

Azul cielo y rosa pastel han sido los tonos escogidos por la hermana menor de la novia, la Princesa Magdalena, y la Reina Silvia. Con un palabra de honor y una falda de volantes, Magdalena ha sido una de las princesas más bellas.

Y un vestido en tono azul pastel y corte asimétrico ha sido también el lucido por la Princesa Mette-Marit de Noruega, que ha acudido al enlace junto al Príncipe Haakon.

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