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BP consigue instalar la campana para taponar el pozo

  • El crudo sigue manando pero BP espera frenarlo este viernes

  • Obama cancela su viaje a Asia y visita por tercera vez Luisiana

GABRIEL HERRERO
3 min.

Los ingenieros de la petrolera BP han conseguido instalar una campana para taponar el pozo del Golfo de México. Las acciones de la compañía se han revalorizado cerca del 3% en los mercados europeos.

No obstante, es prematuro cantar victoria. El crudo sigue manando debido al diseño del dispositivo. La campana tiene cuatro aberturas para impedir que se formen los cristales de hidrocarburos que frustraron el primer intento, hace un mes.

El jefe de Operaciones de la compañía, Doug Suttles, ha señalado que el dispositivo "debería funcionar". A lo largo del día cerrarán las aberturas y esperan bombear a la superficie hasta el 90% del vertido

El portavoz de la Guardia Costera, el comandante Thad Allen, ha precisado que se trata de un "desarrollo positivo", pero que el remedio es "temporal y parcial". De hecho, el presidente de BP, Tony Hayward, reconoció la víspera que el sellado del pozo no sería estanco hasta finales de mes.

Obama cancela su viaje a Asia y vuelve a Luisiana

La Casa Blanca ha anunciado este viernes que el presidente de EE.UU. ha decidido cancelar su viaje a Indonesia y Australia, para centrarse en el vertido de petróleo.

Es la segunda vez que Obama se ve obligado a postergar la cita. La primera se debió a las negociaciones parlamentarias para sacar adelante la reforma sanitaria. La gira por Asia se pospuso entonces para el próximo 13 de junio. Ahora no se ha fijado fecha.

El vertido de crudo en el Golfo de México se ha convertido en la pesadilla de la Casa Blanca. El desastre amenaza con convertirse en la imagen del año para los estadounidenses. Los analistas políticos lo equiparan ya a la crisis de los rehenes con Irán, más que al huracán Katrina. Prima la duración -el secuestro se prolongó 444 días-, y con ella, el desgaste para el Ejecutivo.

Por eso mismo, Obama va a viajar de nuevo a la zona del Golfo para ver sobre el terreno los efectos de la peor catástrofe medioambiental de la historia del país. Es su tercera visita desde que se hundió la plataforma Deepwater Horizon el pasado 20 de abril. Desde entonces se han vertido entre 100 y 150 millones de litros de crudo.

Millones y desprestigio como factura

La Casa Blanca ya ha pasado a BP una primera factura de 69 millones de dólares por los daños del vertido hasta el momento, una cantidad que la petrolera tendrá que abonar antes del 1 de julio y que representa un 75% del dinero destinado hasta la fecha para frenar el vertido. Un aperitivo de los 37.000 millones que le puede costar la broma según Credit Suisse.

Las acciones de la compañía se han desplomado y su valor bursátil ha caído 59.000 millones de dólares desde el 20 de abril. Las agencias de calificación Moody's y Fitch le han rebajado la nota, con perspectiva negativa.

Pero el desastre pasa también factura a la administración Obama, que trata de recuperar la iniciativa política y dar la vuelta a un vertido que se prolonga ya 45 días. El Presidente ha triplicado los efectivos para contener la marea negra y ha establecido una moratoria de seis meses para las perforaciones frente a la costa de Alaska y el Golfo de México.

En un plano más activo, intenta aprovechar la catástrofe para impulsar las energías limpias, un proyecto estancado en el Senado. En el frente judicial, el Fiscal General ha abierto una investigación penal para determinar si BP violó las leyes medioambientales.

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