"No hay duda de que las fuerzas de la coalición estaban claramente en medio de operaciones de combate contra una fuerza hostil", declaraba un portavoz militar estadounidense al diario New York Times el 13 de julio de 2007 tras revelarse que dos periodistas de la agencia Reutes habían muerto tras un ataque del Ejército norteamericano. Ahora, la difusión de un vídeo cuestiona completamente esta versión.
El día antes, el 12 de julio, once iraquíes habían muerto tras ser tiroteados por helicópteros Apache en el barrio Al-Amin Al-Thaniyah en Bagdad. Entre ellos, se encontraban el fotógrafo Namir Noor-Eldeen, de 22 años, y su conductor y asistente, Saeed Chmagh, de 40.
El video difundido por la ONG Wikileaks, a partir de fuentes militares, muestran desde la visión de un piloto de uno de esos Apache, los disparos contra un grupo de hombres armados y otros que no portan armas y que andan por la calle en un barrio de Nuevo Bagdad.
"Mira a esos cabrones muertos", se escucha comentar a uno de los oficiales. "Bien hecho. Buen disparo", le responde el otro.
La agencia Reuters exigió sin éxito una investigación de las circunstancias y la obtención del material audiovisual apelando a la Ley de Libertad de Información.
Como respuesta, el Ejército estadounidense concluyó que las acciones de los soldados durante el suceso estaban de acuerdo con la ley en conflictos armados y reglas de combate (Rules of Engagement), la normativa sobre cuándo, dónde y cómo debe emplearse el uso de la fuerza.
Sin embargo, este lunes, casi tres años después, la presentación en Washington del video titulado "Asesinato Colateral", hace justicia a los que murieron aquel 12 de julio.
"¡Permiso para diparar!"... a unos niños
Poco después de que el Ejército norteamericano tiroteara al grupo donde se encontraban los trabajadores de Reuters, una furgoneta se detiene cerca de la "zona de combate". De ella, baja un hombre para asistir a los heridos y recuperar los cadáveres. Dentro del vehículo, se encuentran dos niños a la espera de retomar su camino a la escuela.
"Por favor, permiso para disparar. Déjennos disparles", suplica un militar desde su helicóptero. Permiso concedido, y dos segundos después el Buen Samaritano ha muerto y los dos niños están gravemente heridos.
La imagen del video es nítida. Ni fuerzas hostiles, ni insurgentes, ni armas. Un hombre que auxilia a unos heridos y unos niños que aguardan a su padre dentro de la furgoneta.
"Ningún civil fue asesinado deliberadamente por nuestra parte. Sé que dos niños resultaron heridos y nosotros hicimos todo lo que pudimos para ayudarles. No sé cómo fueron heridos", explicó para The Washington Post el comandante Brent Cummings.
Ocho minutos después del último tiroteo, las tropas de tierra se acercan a la escena para comprobar su "hazaña". A pesar de que en un primer momento deciden llevar a los heridos a la base estadounidense Rustamiyah para que sean atendidos, mandos superiores ordenan que sean entregados a la policía iraquí para que sean llevados a un hospital local.
Wikileaks denuncia que el Ejército viola unos estándares médicos mínimos al negar una atención de emergencia y de calidad a los heridos. Además, recuerda que Irak es uno de los países más peligrosos para los periodistas, ya que 139 murieron en el período de 2003 a 2009 en el ejercicio de su trabajo.
En otra de las imágenes del video, se escucha a uno de los militares de los Apache jactarse de cómo sus compañeros de tierra pisotean los cuerpos inertes de las víctimas con sus tanques.