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Cinco años después, el incendio del Windsor sigue siendo un misterio

  • El rascacielos ardió por completo sin que se conozcan las causas

  • El  misterio dio origen a las teorías más disparatadas

ALBERTO LEÓN
4 min.

Es una imagen que permanece en nuestra retina: la torre Windsor, uno de los edificios más altos de Madrid, ardiendo por los cuatro costados hasta su destrucción.

Fue el 12 de febrero de 2005 cuando el bloque de oficinas, ubicado en el complejo Azca, empezó a arder en un siniestro que hoy, cinco años después, sigue sin aclararse y, lo que es peor, es carne de leyenda urbana.

En apenas unos minutos, el fuego se extendió por los pisos superiores del Windsor. La mayoría de las televisiones conectaron en directo y toda España pudo ver cómo las llamas devoraban el rascacielos hasta reducirlo en pocas horas a un amasijo de hierros.

El suceso ya fue de por sí bastante espectacular. Sin embargo, lo que quedó en el imaginario colectivo fue ese aura de misterio que rodeó al incendio desde el primer momento.

Construido a finales de los 70

La torre Windsor era uno de los edificios más populares de Madrid ya que fue uno de los primeros rascacielos de la capital española.

El Windsor fue construido a finales de los 70 por el estudio Alas y Casariego y contaba con 106 metros de altura y un total de 31 plantas.  Hasta la inauguración de la Torre Picasso fue el edificio más alto del complejo financiero madrileño.

En el interior tenían su sede varias empresas y bufetes de abogados. La firma más importante con sede en el Windsor era la auditoría Deloitte, que ocupaba diez plantas y contaba con 1.200 empleados.

El incendio se declaró poco antes de la medianoche en la planta 21 por causas desconocidas.

La investigación nunca pudo aclarar si fue un cortocircuito, una colilla mal apagada o incluso un sabotaje, teorías que circularon por los medios y la imaginación popular en los días siguientes al siniestro.

Aunque los bomberos llegaron poco después de recibir el aviso, el fuego se extendió con enorme virulencia y de forma rápida hasta alcanzar las plantas superiores.

Afortunadamente, era sábado y el Windor estaba en proceso de remodelación, por lo que el bloque estaba vacío, con la salvedad del personal de seguridad que fue inmediatamente desalojado. Gracias a estas circunstancias, no hubo que lamentar ninguna víctima.

Las sombras del Windsor

Apenas una semana después del incendio, el tema volvió a tomar una tremenda notoriedad. Un videoaficionado captó unas imágenes en las que se apreciaba cómo dos personas se movían tranquilamente por una de las plantas inferiores mientras el edificio ardía con gran intensidad.

La hora de la grabación indicaba que eran las 3:30 de la madrugada, unas dos horas después de que los bomberos abandonaran el interior del edificio. Se suponía que nadie debía permanecer en el interior pero las pruebas videográficas contradecían la teoría.

Esto dio paso a numerosas teorías, algunas de ellas bastante disparatadas.  Se dijo que los ejecutivos de alguna de las empresas con sede en la torre intentaban salvar documentos comprometedores. También que las imágenes eran reflejos de otro edificio. Incluso dio pie a teorías conspiranoides más relacionadas con el más allá que con el mundo terrenal.

Además, se ha dicho que en los bajos del edificio se encontraron restos de un butrón e incluso una puerta forzada que debería permanecer cerrada. Otros hablaron de un misterioso hombre con un maletín que abandonó la finca en el momento en el que llegaban los bomberos.

Vuelta a la normalidad

Lo único cierto es que el incendio se extinguió 16 horas después de ser declarado y que el Windsor no se derrumbó por completo gracias a su estrutura mixta de hormigón y hierro.

En los meses superiores el rascacielos fue desmontado planta por planta y en agosto se abrió al tráfico la Avenida de Raimundo Fernández Villaverde, cortada por las obras.

Un año después del siniestro, el juez que investigaba el incendio acordó el sobreseimiento provisional del caso al estimar que no existía responsabilidad penal en el incendio.

Según la investigación, se halló un único foco, en el piso 21, pero no se encontraron restos de acelerantes, por lo que no se pudo concluir intencionalidad.

Poco después, El Corte Inglés compró el solar a sus propietarios, la familia Reyzábal, por 500 millones de euros. Sobre las cenizas del Windsor se ha construido una torre de 27 plantas y 103,7 metros que se pretende inaugurar próximamente.

Pero seguro que muchos, cada vez que alcen la vista para admirar el nuevo rascacielos, recordarán las imágenes del Windsor en llamas y los misterios que rodearon a uno de los incendios más famosos de la historia española reciente.

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