Caja España y Caja Duero han alcanzado un acuerdo técnico para la fusión de ambas entidades que presentarán este martes ante los respectivos consejos de administración. En una reunión de más de diez horas se ha concretado el reparto de poder dentro de la futura entidad.
Los términos de la fusión han sido concretados durante un encuentro de las dos comisiones negociadoras que ha tenido lugar en el Parador de Turismo de Tordesillas (Valladolid) y al que se ha unido durante el almuerzo el consejero de Economía de la Junta de Castilla y León, Tomás Villanueva.
Tras un año de negociaciones y una semana de tensiones entre ambas entidades, las dos cajas han aprobado fusionarse.
La presidencia permanecerá en León
Aunque todavía no han trascendido los puntos de acuerdo, fuentes de las dos Cajas han asegurado que en Salamanca estarán la Obra Social y una parte del equipo directivo, mientras que en León permanecerá la Presidencia, una parte del departamento informático y áreas como Riesgos o Recursos Humanos.
Además, las mismas fuentes han confirmado que habrá varias direcciones generales que se dividirán en León y en Salamanca.
El presidente de Caja Duero, Julio Fermoso, ha asegurado tras la reunión que a partir de ahora comienza un periodo de tiempo "de reflexión sobre cómo apuntalar la nueva empresa", basándose en dos argumentos principales, "la funcionalidad y la eficiencia".
Por su parte, el presidente de Caja España, Santos Llamas, ha explicado que el acuerdo de fusión "no perjudica a nadie y no hay ni vencedores ni vencidos".
Ninguno de los dos ha hablado sobre el organigrama de la futura caja, ya que han preferido "informar previamente a los consejos de administración" mañana por la mañana.
Caja España aportará al proceso de fusión una mayor cantidad de recursos y créditos a la clientela, mientras que Caja Duero presenta el patrimonio neto más alto.
Así se desprende del análisis de los balances ofrecidos por las tres entidades correspondientes a finales del primer semestre del año, donde se constata que Caja España obtuvo un beneficio de 38,8 millones de euros y Caja Duero, de 41,1 millones, con descensos del 31,1 y del 25,2%, respectivamente.
Negociación complicada
Las negociaciones han sufrido diversos avatares, que llevaron, incluso, a replantearse la pasada semana la posibilidad de buscar otras alternativas a la fusión entre cajas de ahorro de Castilla y León.
Sin embargo, la reunión mantenida el día 30 entre los presidentes y directores generales de las dos entidades con responsables del Banco de España y con la Viceconsejería de Economía de la Junta de Castilla y León llevó a las dos cajas a replantearse de nuevo la fusión.
Según fuentes de Caja Duero, la reunión con directivos del órgano supervisor fue "tensa" y pidieron a los responsables de las dos cajas que llegaran de forma inminente a un acuerdo.
Esto ha llevado a que se aceleraran las reuniones, ya que ayer estuvieron reunidos durante más de ocho horas y hoy se han dedicado más de catorce horas para crear la séptima caja de ahorro española por activos y la quinta por volumen de depósitos, según datos correspondientes al cierre de 2008.
En los próximos días, las dos cajas pedirán la ayuda del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), que podría superar los 800 millones de euros a devolver en los próximos cinco años, además de remitir el Plan de Negocio al Banco de España para dar el visto bueno a la fusión