El PP tratará de que no se cumpla la retirada de los símbolos religiosos, que considera "radical y desafortunada".
El vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, ha asegurado que el crucifijo no es "en absoluto" un símbolo "ofensivo" porque, a su juicio, "va más allá del hecho religioso".
El Congreso de los Diputados aprobó este miércoles, a propuesta del PSOE y ERC, una proposición no de ley en la que se insta al Gobierno a aplicar en todos los centros escolares la jurisprudencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.
El TEDH asegura que los crucifijos en las aulas son "una violación de los derechos de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones" y de "la libertad de religión de los alumnos".
A juicio de Pons, el crucifijo es un símbolo "cultural" que representa "lo que Europa es, ha sido y debería seguir siendo".
"Si por combatir el hecho religioso acabamos renunciando a nuestra tradición y a nuestra cultura, no quedará nada de nosotros", ha aseverado.
El PP pregunta si van a prohibir los belenes y las cabalgatas
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se ha preguntado "si el PSOE también va a prohibir los belenes y las cabalgatas de Reyes Magos".
"¿Va a dejar de ser fiesta el día de Nochebuena o Navidad?", ha dicho Cospedal, para quien "esto trasciende lo religioso". "Se encuentra en un ámbito cultural y está muy asentado en la sociedad española", ha añadido.
El principal partido de la oposición cree que en el tema de los crucifijos "no hay ninguna demanda social, ni siquiera por parte de los sectores más anticatólicos".
Pajín: "A las escuelas va el conocimiento y la religión a los templos"
Por su parte, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, ha señalado que en un Estado aconfesional como España rige el principio de que a las escuelas les corresponden "el conocimiento, los libros y la educación" y que la religión corresponde "a los templos y al espacio privado de cada ciudadano".
Pajín ha puntualizado que, hasta donde ella sabe, la proposición no de ley aprobada por el Congreso de los Diputados se aplicaría a las escuelas públicas, no a las concertadas o privadas.
El presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, ha rechazado pronunciarse sobre la iniciativa aprobada en el Parlamento para retirar los crucifijos de las esculas, y se negó a dar a los periodistas "un titular" cuando "se acerca la Navidad".
"Ustedes saben muy bien lo que puedo pensar o sentir", dijo a los periodistas, "pero no quiero ser protagonista, ni regalarles un titular cuando se acerca la Navidad", concluyó.
El ministro de Educación, Angel Gabilondo, ha garantizado que la Ley de Libertad Religiosa tendrá en cuenta "la situación social y las creencias de una sociedad que hoy es también plural desde el punto de vista religioso".
Ha recordado Gabilondo recordó que la proposición no de ley aprobada "es una proposición y, como tal, tiene carácter de instancia".
"Yo entiendo que la petición es para que se aceleren los trámites para que se establezca la Ley de Libertad Religiosa", ha concluido.
Rouco dice que es un asunto "muy triste y doloroso"
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, ha considerado que la retirada de los crucifijos es un asunto ¿muy triste y doloroso¿ y ha expresado su deseo de que esta decisión se quede a nivel de la Comisión de Educación del Congreso y que no se lleve a efecto.
En su opinión, esto supondría privar ¿a las familias y a los niños españoles en las escuelas del Estado el poder ver el signo más fundamental y característico de su fe, y de la fe que ha configurado su historia personal, la historia de sus familias y la historia de su pueblo¿.
Sobre este aspecto incidió y recalcó que el crucifijo es, además de un símbolo religioso, "signo de un humanismo que ha hecho transpirar al mundo entero con valores como el perdón o la misericordia".
Los crisitanos socialistas, a favor de la retirada
Además, el portavoz de Cristianos Socialistas, Jordi López Camps, ha justificado la retirada de los crucifijos de las aulas de los colegios públicos porque "los niños estan en un proceso de formación y aprendizaje" y "pueden confundir lo que representa a una parte del país con lo que representa a todo".
López Camps ha afirmado que la decisión "va en la línea del desarrollo de la laicidad de las instituciones públicas". A su juicio, "los edificios públicos, en los que se tiene que transmitir que somos plurales y diversos, tienen que evitar este tipo de símbolos". Ahora bien, sólo los centros públicos. "Los concertados tienen un ideario", ha recordado, y "sería una barbaridad" hacer lo mismo en ellos.
Para Cristianos Socialistas, "el problema es cómo se articula" esta medida "a través de unos procesos que en ningún momento dañen la sensibilidad de las personas".
"Quizá no se trate de quitar de un día para otro todos los crucifijos", ha incidido, pero, con sentencias como la del colegio Macías Picavea de Valladolid y la del Tribunal de Estrasburgo sobre los colegios italianos, "hace años se sabía que esto pasaría tarde o temprano".