Irán ha revelado en una carta dirigida al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) la existencia en el país de una hasta ahora desconocida segunda planta de enriquecimiento de uranio, confirmó en Viena la agencia nuclear de la ONU.
"Puedo confirmar que el 21 de septiembre Irán informó al OIEA, en una carta, de que una nueva planta piloto de enriquecimiento (de uranio) está en construcción en el país", aseguró el portavoz del OIEA, Marc Vidricaire.
Esta información coincide con que había sido aportada momentos antes por fuentes diplomáticas en Viena, que apuntaban a una nueva y desconocida planta experimental que aún no habría entrado en funcionamiento.
Una revisión inmediata
En respuesta, el OIEA ha solicitado a Irán que proporcione información específica y permita el acceso a la instalación tan pronto como sea posible. "Esto permitirá al Organismo evaluar los requisitos de las salvaguardias (controles) de verificación de la instalación", agregó el portavoz en un comunicado.
El presidente estadounidense Barack Obama, el primer ministro francés Nicolás Sarkozy y el primer ministro británico Gordon Brown van a solicitar una inspección inmediata a la nueva planta nuclear iraní para confirmar que en ella no se pueda enriquecer uranio que permita la creación de armas nucleares.
Cerca de Qom
El único dato técnico que facilitó Vidricaire sobre la nueva instalación es que el "nivel de enriquecimiento sería hasta el 5 por ciento", lo que crearía un combustible poco purificado con el que se alimentan reactores nucleares para generar electricidad.
El diario estadounidense "The New York Times" indicó que la planta secreta se encuentra, al parecer, en el interior de una montaña cerca de la ciudad de Qom, a 160 kilómetros al suroeste de Teherán y que podría contar con 3.000 centrifugadoras.
Esta revelación se produce a escasos días de una crucial reunión en Ginebra el próximo jueves del grupo 5+1, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad y Alemania, para deliberar sobre un endurecimiento de las sanciones a Irán por su polémico programa nuclear.
La falta de transparencia de Irán al ocultar hasta ahora la construcción de esa instalación secreta puede terminar de convencer a Rusia y China, los dos países del Consejo de Seguridad más reacios a elevar la presión sobre la República Islámica.
Otra planta en Natanz
El régimen de los Ayatolás asegura que quiere producir uranio enriquecido de forma industrial para fines pacíficos como la generación de energía eléctrica y se ha negado a detener su programa de enriquecimiento de uranio, a pesar de las peticiones del OIEA y del Consejo de Seguridad.
Irán dispone de una gran planta de enriquecimiento en la localidad de Natanz, en el centro del país, que se encuentra en parte bajo tierra para hacerla más segura de posibles ataques aéreos.
La existencia de esta planta fue revelada en el verano de 2002 por un grupo opositor iraní mediante fotos tomadas por satélite. Por ahora, tiene allí instaladas unas 8.000 centrifugadoras de gas, de las que unas 5.000 se encuentran en funcionamiento y que han producido ya más de una tonelada de uranio poco enriquecido.
Para poder fabricar una bomba nuclear se necesita uranio altamente enriquecido, que se consigue mediante el mismo método. Ante la desconfianza de la comunidad internacional hacia las posibles ambiciones nucleares de Irán, el Consejo de Seguridad de la ONU exige desde hace más de tres años la suspensión del programa de enriquecimiento de uranio.
El Consejo de Seguridad ha adoptado tres resoluciones con sanciones diplomáticas y comerciales contra Irán, que este país ha ignorado