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Y Chávez no se calló

  • Ha protagonizado varios encontronazos tras el episodio con el Rey

  • Bush y el presidente colombiano son sus objetivos favoritos

  • Pese a que apoyó a Obama, ya le ha calificado de "ignorante"

  • Merkel y Aznar también están entre su grupo de dirigentes 'favoritos'

RTVE.ES
4 min.

Puede que sea Rey, pero está claro que las palabras de Don Juan Carlos pidiéndole que se callase en una cumbre iberoamericana hace dos años en Chile no ha hecho que el presidente venezolano, Hugo Chávez, haya medido más sus palabras para no molestar a otros mandatarios internacionales, sino más bien lo contrario.

George W. Bush, Álvaro Uribe, Ángela Merkel, José María Aznar, el secretario general de la Interpol o el propio monarca español han sido blanco de sus dardos dialécticos, bien en su programa de televisión, Aló presidente! o en reuniones o cumbres internacionales.

De hecho, antes de lo ocurrido con Don Juan Carlos, Hugo Chávez ya había dado un adelanto de su potencial para lanzar frases para el recuerdo en la Asamblea General de la ONU. Allí un día después de la intervención de su 'archienemigo', el presidente de EE.UU. en aquellos momentos, George W. Bush, se llevó la mano a la nariz y dijo: "Huele a azufre. El diablo estuvo ayer aquí".

El enemigo americano

La historia de desamor entre Chávez y el gobierno estadounidense ha dado alguna de sus intervenciones más memorables. A finales de 2008, cuando la Presidencia de Bush estaba llegando a su fin, Chávez expulsó a su embajador, Patrick Duddy, tras unas palabras en un mitin nocturno del líder bolivariano.

"Ya basta de tanta mierda de ustedes, yanquis de mierda", proclamaba Chávez, que también agitaba el fantasma de la guerra."Si la oligarquía y los pitiyanquis, financiados por el imperio derrocaran algún gobierno nuestro, tendríamos luz verde para iniciar operaciones de cualquier tipo para restituir el poder popular.

Sin embargo, vientos de cambio llegaban de Estados Unidos y el presidente venezolano desde su púlpito televisivo ya le daba bienvenida al "hombre negro" -Barack Obama-, aunque arrojando alguna sombra sobre su llegada.

"Existe una maquinaria asesina que es capaz de cualquier cosa", alertaba al referirse al nuevo presidente de EE.UU.. "Ojalá que no vayan a matar a (Barak) Obama", advertía.

Obama no tardó en enfadar a Chávez.

En primer lugar, al incluir a Venezuela entre los países en los que no se respetan los derechos humanos y no se lucha contra el narcotráfico. 

"No se meta conmigo, señor Obama", le decía ya a comienzos de 2009. Luego le calificaría de ignorante.

El siguiente movimiento de Estados Unidos en la región le enfadó aún más: el acuerdo con otro de sus 'archienemigos', el presidente colombiano, Álvaro Uribe, para usar las bases de su país.

...y el colombiano

En el marco de la cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), Chávez ha subrayado que la presencia militar estadounidense en bases colombianas que ambos países están negociando, "puede generar una guerra en Suramérica", advirtiendo que "vientos de guerra comienzan a soplar".

El tema le afecta especialmente por sus problemáticas relaciones con Colombia y su presidente. El detonante fue el hallazgo por parte de la Interpol de material informático que relacionaba a Chávez con las FARC, lo que supuso una guerra abierta entre ambos países.

"El presidente Uribe está mintiendo, y está mintiendo de manera descarada, fea, horrible; creo que Colombia merece otro presidente, un mejor presidente, un presidente que sea digno", le atacaba.

No tuvo palabras más amables para el secretario general de la Interpol, al que calificó de "mafioso, vagabundo e innoble".

Merkel y Aznar

Uribe es también uno de los líderes regionales que se opone a la expansión de la influencia de Chávez en el continente americano. Rafael Correa, Evo Morales y Daniel Ortega son la guardia pretoriana del presidente venezolano.

Uno de los últimos en incorporarse es el presidente paraguayo, Fernando Lugo, un antiguo sacerdote. "Nos faltaba un cura", decía al respecto Chávez, que dijo que, con él, "seremos menos diablos y menos demonios".

La influencia de Chávez en otros países vecinos hizo a la canciller alemana, Ángela Merkel, decirles que se alejasen de él, algo que enfureció al presidente venezolano.

"Señora cancillera, vaya usted...como es una dama no digo más", le espetó en su programa tras compararla con Hitler.

Lo mismo hizo con el presidente Aznar, del que dijo que era "de la misma calaña". Precisamente la defensa de Aznar hecha por Zapatero en la cumbre iberoamericana desató el episodio del ¿Por qué no te callas?

Desde entonces, ambos mandatarios han hecho las paces, selladas el pasado año con una camiseta con la frase regalada por el presidente venezolano al Jefe del Estado español.

"El Rey es un cachondo", le comentó a la periodista de TVE Ana Pastor durante esta visita. Ahora siguen con su momento humorístico con la apelación a la barba del monarca, al que ha comparado con uno de los pocos líderes políticos que respeta, Fidel Castro. O sea, que, viniendo de quien viene, podría ser tomado como un halago...¿o no?

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