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¿Hay un cuento apropiado para ayudar un niño a superar el miedo a la oscuridad?

  • En el mercado existen libros de todo tipo de temáticas y para todas las edades

  • Para acercar los libros a los jóvenes lectores es necesario acertar en la elección

  • Ante la amplia oferta se recomienda pedir consejo a los libreros y bibliotecarios

  • Recitar poemas, cantar son las primeras actividades que podemos hacer con los bebés

  • En Internet existen muchos recursos para orientarnos en la animación a la lectura

ESTHER PÉREZ-AMAT
6 min.

¿Puedo comprar algún libro para explicar que llega un hermanito a la familia? ¿Hay un libro que anime a los pequeños a dejar el pañal?

Sí, hay libros para todos los gustos, todos los temas y todas las edades.

Si queremos sentar las bases de un futuro buen lector, es muy importante que los mayores, que acercamos los libros a los pequeños y jóvenes lectores, hagamos una labor de búsqueda previa y acertemos en nuestra elección.

No perderse ante la amplia oferta

Como casi en todo, al final se consume lo que más se publicita. La literatura infantil no se sale tampoco de este carril y apenas hay espacios de selección y crítica en los medios de comunicación.

Ante la falta de criterios lo mejor es pedir consejo a los libreros y los bibliotecarios. Raquel López, experta en literatura infantil, asegura que no es tan importante elegir "el libro adecuado para una edad sino que llegue en un buen momento a un lector".

El criterio de la edad es cómodo para orientarse, pero hay que tener en cuenta "a veces un libro que parecía difícil para una edad resulta un reto para el lector y otras, un libro que parecería muy fácil capta la atención y supone un descubrimiento".

Su recomendación es tomarse su tiempo a la hora de buscar un libro, acudir a los lugares especializados y conocer "el momento vital del lector"

Empezar desde que son bebés

Recitar poemas, cantar, poner al alcance de los niños álbumes con bellas historias y bellas imágenes, son algunas de las actividades que podemos empezar a hacer desde que son bebés.

De cero a tres años de edad es importante cantar mucho, mirar libros y contar sencillísimas narraciones. También contar un cuento antes de dormir.

Superados los tres primeros años de vida y hasta los seis se pueden mirar y leer muchos libros juntos. Seguir contando cuentos antes de dormir y acudir a bibliotecas para ir haciendo un grupo de lectores.

De seis a ocho años podemos seguir leyendo juntos, hablar de los libros que les gustan y regalar libros relacionados con sus aficiones.

Hasta los doce años el objetivo es compartir sus intereses a través de los libros y empezar a relacionar los libros con otros medios de comunicación como el cine, la televisión o los  juegos de ordenador.

Aunque el criterio de la edad es orientativo y cómodo, los expertos subrayan que lo más importante es que los libros "adecuados" lleguen en el momento vital del lector correcto y conseguir relacionar los libros con sus vidas.

Recomendaciones en la red

En Internet encontramos muchos recursos para orientarnos en la animación a al lectura entre el público infantil y juvenil.

El Servicio de Orientación de Lectura (SOL), una iniciativa de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), que desarrolla la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y el ministerio de Cultura, responde a las dudas que plantean los usuarios y nos orientan a la hora de elegir lecturas.

0-2 años

A esta edad son los adultos los que leen o narran al niño que se inicia en una elementalísima lectura de imágenes sobre la vida diaria, con sus rituales sencillos: comida, el baño, los juegos, el parque. El niño disfruta con la tradición oral: poemas, retahílas, nanas, cancioncillas, juegos acumulativos para repetir y gozar con el niño de la magia de la palabra.

Con las primeras palabras podemos hablar ya de Prelectura. El niño distingue el ritmo y el sonido de las palabras, percibe la relación entre éstas y las imágenes y comienza a desarrollar su sentido de la narración.

Es la etapa de los cuentos de hadas, de los animales con comportamientos similares a los de un niño, folclore y cuentos tradicionales como nanas, retahílas, canciones, trabalenguas... Los libros se caracterizan por la personificación de los elementos de la naturaleza.

6-8 años

Los niños se inician en la técnica lectora en la escuela con textos cortos. Hacen la lectura silábica y por palabras  y recurren constantemente a la ilustración para verificar su comprensión de lo leído. Siguen triunfando los cuentos de hadas, los clásicos europeos, la fantasía y las historias de animales domésticos que hablan.

Los expertos aconsejan en esta etapa evitar todos tipo de reflexiones que el niño no suele entender como la crueldad de hechos o personajes, el terror, el sentimentalismo o la metáfora pura que el niño no puede comprender.

Con nueve años los niños desarrollan una mayor autonomía en la lectura y ya pueden comprender textos cortos y sencillos de ficción, incluso sin ilustraciones. La temática preferida: cuentos fantasiosos, historias de animales humanizados, inventos fantásticos, objetos animados, humor absurdo, disparates, terror, ciencia ficción.

A esta edad podemos acudir a los cuentos tradicionales clásicos, los mitos, las aventuras del ambiente más cercano como la familia, la escuela o los amigos. También es buen momento para los cuentos sobre sus propios problemas o las novelas cortas.

Desde 12 años

Al mejorar la competencia lectora, le interesan los personajes con problemas como los suyos y las aventuras de pandillas en las que se proyecta, aunque también buscan misterio, cuentos fantásticos y clásicos, cómics, biografías, deportes, pueblos lejanos, humor, animales reales o fantásticos e inventos. Incluso pueden mostrar interés por la poesía que le hable de sentimientos, como por ejemplo ese amor que comienza a sentir.

Los libros suelen tener algunas ilustraciones, siempre adecuadas al contenido textual, y una tipografía similar a la de los libros de adultos con un resumen del contenido en la contracubierta. Se suelen acercar por primera vez a los libros en formato electrónico como enciclopedias, diccionarios, monografías sobre aficiones, etc.

La mayoría de los jóvenes prefieren adquirir el saber que proporciona la literatura no a través del esfuerzo sino del gozo, la imaginación contagiosa y la evasión. Por eso en esta edad el mediador de lectura en el Bachillerato debe hacerse siempre dos preguntas cruciales: ¿Para qué sirve leer literatura? y ¿cómo implicar al joven en la lectura literaria?

Una propuesta es conseguir compartir lecturas y optar por los temas que ellos prefieren. Es importante además buscar el atractivo de la cubierta, el interés respecto al autor y si la obra está de moda o puede estarlo.

El objetivo esconseguir que la obra reavive algo que ya está dentro del lector y que esta sensación le admire y posea.

Acudir a talleres de lectura y comprometer al joven en búsquedas de lectura vía Internet, bibliotecas y librerías son buenas sugerencias para esta edad.

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