Contrarios a la religión musulmana, a los gitanos, a los inmigrantes, a los extranjeros y -por descontado- a cualquier intento de integrar a las diversas naciones de Europa tendrán su altavoz en el Parlamento Europeo, que contará con una presencia récord de la extrema derecha xenófoba entre sus 736 diputados.
En total, al menos 21 eurodiputados elegidos en nueve países defienden un ideario ultraderechista e incluso racista y se han quedado a un paso -apenas cinco escaños- de poder formar un grupo propio 'ultra' en la eurocámara.
De hecho, de no haber cambiado las reglas en la nueva cámara -donde el criterio mínimo ha pasado de 20 eurodiputados de seis países a 25 de siete- este grupo podría haber existido.
Partido de la Libertad, Partido Nacional Británico, Frente Nacional, Vlam Belang, Verdaderos Finlandeses, Movimiento por una Hungría Mejor, ATAKA y Partido de la Gran Rumanía. Éstos son los nombres bajo los cuales se esconden estas ideas, que han sido votadas por un porcentaje creciente de europeos decepcionados con sus gobiernos en plena crisis económica y con una abstención récord.
Holanda marca la pauta
Entre ellos, el que tendrá más peso será el holandés Partido de la Libertad, que ha quedado en segundo lugar en su país y que contará con cuatro representantes en la eurocámara. Contrario a la inmigración musulmana y partidario de prohibir el Corán y la construcción de mezquitas, este partido ha ido ganando adeptos en una Holanda decepcionada por la construcción europea.
Otro de los partidos con peso en Bruselas será el Frente Nacional de Jean Marie Le Pen, un clásico de la ultraderecha comunitaria y que contará con el propio Le Pen en la cámara. Por su elevada edad, Le Pen podría ser el diputado que presidiera la primera sesión de la cámara, pero el parlamento ya ha anunciado que tratará de evitarlo de cualquier forma.
Le Pen ha resucitado de sus cenizas para repetir los tres representantes de hace cinco años después de la debacle en las presidenciales de hace dos años.
Junto a él y con el mismo número de escaños está una nueva sensación de la ultraderecha, el Movimiento por una Hungría Mejor, que ha quedado en tercer lugar en su país a costa de un mensaje hostil a la minoría gitana fortalecido por los paramilitares de la Guardia Húngara.
Peso en Europa central
También de Europa central, el verdadero vivero de votos de extrema derecha, vienen los dos representantes del FPO, el Partido Liberal austríaco, que ha quedado en cuarto lugar en su país con su mensaje contrario a la inmigración y a la entrada de Turquía en la Unión Europea.
Otro partido que entra en la escena europea es el de la Gran Rumanía, que tendrán otros dos escaños, al igual que los búlgaros ultranacionalistas de ATAKA, abiertamente antiturcos.
Mientras tanto, en la civilizada Bélgica, verdadero corazón de la UE, los ultraderechistas xenófobos flamencos del Vlaam Belang siguen consiguiendo apoyo popular, aunque menos, y tendrán dos escaños en la eurocámara.
Aunque, sin duda, las sorpresas de la noche electoral han venido de dos países alejados de cualquier veleidad ultraderechista: la liberal Gran Bretaña, donde el Partido Nacional Británico logra por primera vez dos escaños a costa de los laboristas y la escandinava Finlandia, en la que el partido Verdaderos Finlandeses logra de la nada un 10% con su discurso contrario a la inmigración.
Más euroescépticos
Alejados de esas ideas radicales, pero con el mismo objetivo político (dinamitar la UE desde dentro) los partidos euroescépticos también han vivido una peculiar luna de miel con los electorales.
El caso más significativo es el de la plataforma Libertas, creada por el impulsor de la campaña del No al Tratado de Lisboa, que se habría quedado sin escaño en su país, pero sí lo habría logrado en Francia.
El éxito euroescéptico también se ha notado en Gran Bretaña, que ha colocado como su segundo grupo parlamentario europeo al Partido de la Independencia de Reino Unido, y en Austria, donde la plataforma del euroescéptico Martin se ha colocado como tercera fuerza política.
Éxito del Partido Pirata
Más allá de estas formaciones está el Partido Pirata, una formación política creada hace 3 años que defiende la reforma de las leyes de copyright y patentes, reforzar el derecho a la privacidad y una UE más democrática y transparente y que ha logrado un escaño en Suecia.
Su resultado fue aún mejor de lo que auguraban las últimas encuestas, que lo situaban en torno al 6%, y según un estudio de la cadena pública de televisión SVT, fue la fuerza más votada entre el electorado más joven.
Creado en enero de 2006 por el empresario informático Rickard Falkvinge, el Partido Pirata, que en las elecciones legislativas de 2006 se quedó con el 0,63 por ciento de los votos, ha sido el protagonista de la campaña, tras experimentar un espectacular aumento en su apoyo por el caso judicial contra "The Pirate Bay".