El déficit del Estado hasta el mes de abril fue de 6.553 millones de euros, el 0,60% del Producto Interior Bruto (PIB), debido sobre todo a una "pérdida de ingresos importante" para las arcas de la Administración central, según el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña.
Este déficit es resultado de unos recursos no financieros del Estado de 45.176 millones de euros y de unos empleos no financieros de 51.729 millones.
Según los datos presentados por Ocaña, la recaudación neta de Estado ascendió a 64.924 millones de euros, un 12,6% menos que en 2008.
Bajan los ingresos por los impuestos
Los impuestos directos sumaron 33.014 millones, lo que supone un descenso del 4,7%. Cabe destacar los descensos en la recaudación por IRPF, que bajó un 11,7%, y por IVA, con un descenso del 33,6%.
Este déficit, medido en términos de contabilidad nacional, contrasta con el superávit de 9.123 millones registrado en el mismo periodo del año anterior y se debe, según Ocaña, al impacto "muy relevante" de las medidas adoptadas por el Gobierno para afrontar la crisis, como el adelanto de las devoluciones del IVA y los mayores aplazamientos en el pago de impuestos, así como por la rebaja fiscal de 400 euros en el IRPF.
En términos de caja -que computa los ingresos y los gastos cuando se efectúan, no cuando se comprometen- el Estado tuvo un saldo negativo de 8.467 millones de euros, frente al superávit de 8.376 millones de euros del mismo periodo del año anterior.