Alberto Fujimori podría pasar el resto de su vida entre rejas. El ex presidente peruano ha sido declarado culpable por la sala penal especial de la Corte Suprema de Justicia que lo ha procesado por crímenes de lesa humanidad durante su mandato (1990-2000) y que le ha impuesto una condena de 25 años de prisión.
Fujimori, de 70 años, fue declarado culpable de los delitos de homicidio calificado y asesinato con alevosía, lesiones graves y secuestro por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, que dejaron 25 muertos en 1991 y 1992, además del secuestro de un periodista y un empresario en 1992. Ante la decisión, Fujimori interpuso un recurso de nulidad, cuya sentencia se conocerá en unos cinco meses, según su defensa.
El presidente de la sala, César San Martín, ha explicado que esos delitos constituyen crímenes de Estado y contra la humanidad, y que tuvieron el agravante de trato cruel.
Autor intelectual
Además, ha añadido que Fujimori fue el autor intelectual por el dominio que ejercía de los aparatos de poder organizados, y no sobre los ejecutores inmediatos de los delitos.
En el fallo se explica que los delitos fueron ejecutados por agentes públicos del Estado, miembros del grupo militar encubierto Colina, y que a las víctimas se les atribuyó una vinculación con la banda armada Sendero Luminoso.
"No existió una voluntad institucional de esclarecimiento sobre los crímenes de violación de los derechos humanos, la respuesta fue lamentable y obstaculizadora, (pues) fueron al objetivo de negar los hechos y no contribuir a esclarecer los hechos", ha subrayado la resolución.
El fallo apuntó que fue "tan impresionante el mecanismo encubridor, que se mantuvo firmemente en el tiempo, pero no pudo expresarse ni consolidarse sin el apoyo del jefe de estado".
Ley de Amnistía
Fujimori "defendió a ultranza" a su entonces asesor presidencial Vladimiro Montesinos, que era el encargado de todos los organismos de inteligencia del Estado, en todos los niveles de la seguridad pública, detalla el fallo.
El grupo Colina actuó bajo órdenes de los organismos comandados por Montesinos, quien a su vez rendía cuentas de sus actividades en forma regular a Fujimori.
Los agentes del grupo recibieron la promesa de que serían amnistiados por Fujimori, tras ser sometidos a la justicia militar por el caso La Cantuta en 1994, como efectivamente sucedió y recuperaron su libertad en 1995, cuando el ex mandatario fue reelegido.
La ley de amnistía dictada por Fujimori en 1995 no sólo permitió la liberación de los integrantes de esa agrupación clandestina, autora de 50 asesinatos en 15 meses de actividad, sino que se archivaron todas las denuncias de violaciones a los derechos humanos presentadas hasta entonces.
Fujimori ha sido juzgado en los últimos 16 meses (durante 161 sesiones), como instigador de estas dos matanzas, en el marco de las operaciones ocultas ordenadas por el Estado contra las guerrillas de extrema derecha. También ha sido juzgado por el secuestro de un periodista y un empresario por la misma época. El conflicto del país andino causó 70.000 muertos en dos décadas.
Los cargos han sido probados "fuera de toda duda razonable, por los que la sentencia es condenatoria", ha declarado el presidente del tribunal César San Martín.
Es la primera vez que un presidente de Latinoamérica elegido democráticamente es condenado en su propio país por delitos contra los derechos humanos.
Se trata de "un fallo ejemplar para el mundo por la forma en que el tribunal abordó las pruebas, que tendrá profundas implicaciones para otros casos de violación a los derechos humanos", ha dicho el observador de Amnistía Internacional en el proceso, Javier Zúñiga.
Gisela Ortiz, representante de los familiares de víctimas de La Cantuta, ha dicho que "por primera vez el poder judicial responde al clamor de las víctimas".
Organizaciones de derechos humanos de toda América Latina también han saludado el fallo, mientras que los seguidores del ex presidente, encabezados por su hija Keiko Fujimori, lo han criticado con fuerza y han anunciado movilizaciones de "millones" de personas.
"La sentencia es una aberración, que destila odio y venganza" ha dicho la líder del partido de los fujimoristas, que es la parlamentaria más popular del país y tiene aspiraciones de llegar a la presidencia en el 2011.
Otro de los diputados del grupo y médico personal de Fujimori ha dicho que esta sentencia "es una sentencia a muerte" para una persona de 70 años con una salud delicada. El proceso fue interrupido varias veces por el estado del acusado, ál que también le fue extirpado un tumor.
Despliegue de 2.000 policías por seguridad
Un importante dispositivo de 2.000 policías fue desplegado en los alrededores de la Dirección de operaciones especiales de la Policía, en el este de Lima, donde se ha celebró el juicio contra Fujimori desde finales del 2007. Otros 8.000 estarán en estado de alerta hasta este miércoles.
Fujimori alcanzó una gran popularidad por su gestión de caos económico en el que estaba sumido el país y por poner fin a la guerrilla Sendero Luminoso, pero un escándalo de corrupción hundió su gobierno en el 2000 y tuvo que exiliarse a Japón. Cinco años después fue detenido en Chile en una escala de su sorprendente viaje de regreso a Perú.