Marzo ha sido otro mes pésimo para el empleo en Estados Unidos. La primera economía del mundo destruyó 663.000 puestos de trabajo, en la banda media de las previsiones. La tasa de paro se dispara al 8,5%, la más alta en un cuarto de siglo. Hace falta remontarse a noviembre de 1983, cuando el país salía de la recesión inducida por la subida de los tipos de interés.
Marzo añade cuatro décimas más a la tasa de desempleo, que afecta ya a más de 13 millones de estadounidenses. Wall Street ha recibido el dato con ligeras ganancias en los futuros, ya que se ha ajustado a la media de las previsiones de los economistas. Pero a media mañana, ya registra ligeras pérdidas.
La hemorragia que no cesa
Es el quinto mes consecutivo en que se rebasa la cifra de medio millón de empleos destruidos. En conjunto, la recesión se ha cobrado más de cinco millones de puestos de trabajo, desde que empezó oficialmente en diciembre de 2007.
Las autoridades han revisado sustancialmente al alza el dato de paro en enero: de los 655.000 calculados inicialmente a 741,000. En cambio, ha mantenido la cifra de febrero en 651.000.
Amenaza pendiente en el sector del automóvil
El paro puede empeorar aún más si General Motors se declara en bancarrota, una opción que no descarta la administración Obama. Los economistas estiman que podría destruir otro millón de puestos de trabajo en la industria del automóvil. En ese caso, la tasa de paro entraría en la banda de dos dígitos, el peor escenario previsto por la Reserva Federal.
A pesar de los signos esperanzadores que han dado los pedidos de manufacturas, los datos de consumo, la subida de la bolsa y las ventas de vivienda, los economistas coinciden en que el empleo será lo último en recuperarse y el paro puede seguir engordando durante todo este año.