La crisis en el sector de la automoción está pasando factura a los grandes constructores en Estados Unidos. La demanda de vehículos de General Motors ha caído un 45%, mientras que las ventas de Ford han decrecido un 41% con relación al mismo mes de 2008, con 125.107 unidades.
En el caso de General Motors, este dato añade más presión al fabricante, que está considerando si declararse en suspensión de pagos. General Motors ha dicho que el pasado mes sus ventas se limitaron a 156.380 vehículos, sólo un día después de que el nuevo consejero delegado de la compañía, Fritz Henderson, dijese que el fabricante tiene que acelerar y profundizar su reestructuración.
Mientras, Ford también ha afirmado que las ventas de marzo son un 30% superiores a las de febrero y que su cuota de mercado entre particulares aumentó el mes pasado para alcanzar el mayor nivel desde diciembre de 2006.
Aunque Ford no ha divulgado su cifra de cuota de mercado, el fabricante estadounidense sí ha asegurado que las ventas a particulares aumentaron un 34% en marzo, comparadas con las de febrero, mientras que las de flota subieron un 22%.
Venden 26.000 vehículos menos de lo previsto
Durante el primer trimestre del año, Ford produjo 349.000 vehículos en Norteamérica, unos 26.000 menos de lo previsto. Sus existencias en inventario se situaron en 408.000 unidades, un 27% que hace un año.
Jim Farley, vicepresidente de Mercadotecnia y Comunicaciones, ha afirmado en un comunicado que "alinear la producción e inventario con la demanda es el elemento clave de nuestra estrategia para fortalecer la marca y mejorar el valor para los clientes".
Por marcas, General Motors vendió 156.380 unidades (un descenso del 45%), Ford 109.490 (un descenso del 41,7%), Lincoln 7.310 (un 33% menos) y Mercury 8.307 (un 42% de reducción).
Además, la marca sueca Volvo tuvo unas ventas de 6.358 unidades, lo que representa una disminución de la demanda del 31,4%. Ford está considerando la venta de Volvo para concentrarse en sus otras tres marcas.