El presidente de General Motors (GM), Rick Wagoner, ha dimitido a petición del presidente estadounidense Barack Obama, que este lunes desvelará un plan de rescate para la compañía, según han confirmado fuentes de la empresa y de la Casa Blanca.
GM, con sede en Detroit (Estados Unidos) es uno de los mayores fabricantes de automóviles del mundo y es el propietario del constructor alemán Opel. No obstante, la filial europea ha pedido su separación para sobrevivir.
Wagoner ha sido ejecutivo principal de GM desde el año 2000. Su sustituto será Fritz Henderson, de 50 años y actual director de exploitación del grupo.
En los últimos cuatro años, la empresa ha registrado pérdidas por 82.000 millones de dólares que la han situado al borde de la quiebra. A finales del 2008 el Tesoro estadounidense tuvo que concederle 13.400 millones de dólares en préstamos de emergencia.
GM y Chrysler, que recibió otros 5.000 millones de dólares en préstamos similares, tienen plazo hasta el 31 de marzo para la presentación de sus planes de reestructuración que exige el Gobierno. Ford, la otra gran empresa del sector en EE.UU., se ha quedado de momento al margen de estas medidas.
Este mismo domingo, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, ha adelantado que a cambio de esa ayuda el Gobierno exigiría una "gran reestructuración" a las empresas, cuya quiebra arrastraría a decenas de compañías que les suministran componentes.
Opel, a la expectativa
En Europa, la preocupación es también grande. De hecho, la canciller alemana, Angela Merkel, trató el sábado la cuestión con Obama en una videoconferencia de 40 minutos. Según han explicado fuentes de la cancillería, Berlín adoptará su decisión respecto a Opel "en estrecha coordinación" con Washington.
El gobierno de Merkel ha rechazado hasta ahora participar en las ayudas que pide GM a la espera del plan de reestructuración del grupo.
El fabricante automovilístico europeo cuenta con nueve plantas: Rüsselsheim, Bochum, Kaiserslautern y Eisenach, en Alemania; Amberes, en Bélgica; Ellesmere Port y Luton, en Inglaterra; Gleiwitz, en Polonia, y Figueruelas, en España, donde trabajan 7.500 personas en la producción del Corsa, el derivado comercial Combo, y el monovolumen Meriva
En febrero, GM anunció su intención de despedir a 50.000 trabajadores en los próximos meses y de cerrar varias factorías en Europa, aunque no en España.
Merkel también anunció una visita a la plantilla de Opel en su sede central de Rüsselheim para este martes, aunque según el Gobierno la cita estaba programada "desde el año pasado".