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Obama firma la orden para cerrar Guantánamo en el plazo de un año

  • Asimismo obliga a cerrar los centros de detención secretos de la CIA en el extranjero

  • También prohíbe el uso de la tortura y abrirá una revisión de los procesos de detención

  • Obama ha garantizado una "lucha eficaz" contra el terrorismo

  • Todavía queda pendiente buscar una salida judicial para los presos

  • A los republicanos les inquieta la posible persecución a los torturadores

  • Obama ya ha conseguido parar los primeros procesos pendientes

RTVE.es
4 min.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha firmado este jueves una orden ejecutiva para exigir el cierre de la prisión en la base naval de Guantánamo, ha informado la Casa Blanca. El decreto establece que la base deberá estar cerrada dentro de un año.

En una segunda orden, Obama también ha exigido - a la CIA- el cierre de centros de detención secretos en el extranjero así com su creación en el futuro; estos centros han creado gran controversia en Europa.

Además, en su segundo día de trabajo, Obama ha firmado otras dos órdenes por las que se prohíbe el uso de la tortura y que abrirán una revisión de los procesos de detención.

Obama ha manfestado este jueves en la Casa Blanca que el mensaje que quiere enviar los Estados Unidos es su intención de luchar contra la violencia y el terrorismo. "Vamos a hacerlo de manera eficaz y vamos a hacerlo de una manera que sea consistente con nuestros valores y nuestros ideales", ha asegurado en presidente norteamericano.

El plazo de 12 meses para el cierre de Guantánamo está recogido en un borrador de la orden presidencial, que ya ha sido publicado en internet por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU).

Antes de la firma, el consejero jurídico de la Casa Blanca, Greg Craig, y otros cargos de la administración Obama se reunieron este miércoles con congresistas para informarles de la inminencia de la medida, según fuentes del Capitolio citadas por la agencia Reuters.

El mismo día de su toma de posesión, Obama ya instruyó a su secretario de Defensa, Robert Gates, para que pidiera a los jueces militares en Guantánamo la suspensión durante 120 días de los procesos contra los presos detenidos en esa cárcel, en la actualidad 245 (llegó a albergar a 800).

Menos de 24 horas después de la solicitud transmitida por Gates, los dos coroneles a los que se dirigía han suspendido los juicios que estaba dispuestos a celebrar, el primero de ellos contra el canadiense Omar Khadr, que debía comenzar la semana que viene. Los otros eran cinco hombres acusados de ayudar a los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.

La detención prolongada de supuestos terroristas capturados en Afganistán e Irak, y su permanencia sin juicio, aislados en una base naval en Cuba y sometidos en algunos casos a torturas, han sido denunciados por los grupos defensores de los derechos humanos desde su apertura hace siete años. Las reglas especiales de ese centro permiten incluso la presentación de confesiones obtenidas bajo tortura.

En búsqueda de la solución legal

En su programa electoral Obama prometió que cerraría Guantánamo --símbolo junto a Abu Grahib de los abusos ejercidos contra los presos por los militares estadounidenses tras el 11-S-- y ahora su Gobierno busca los mecanismos legales para el cierre de los casos en los que no hay cargos verificables, y el procesamiento de los casos restantes en una jurisdicción legal que aún debe determinarse.

Según el borrador filtrado, los 245 casos serán objeto de una "revisión rápida y meticulosa", aunque se dejará para el final a los considerados como más peligrosos, para los cuales se deberán encontrar los "medios jurídicos" apropiados, dice el texto sin más precisiones.

Un caso global

En el año 2002, el presidente George W. Bush estableció unos tribunales militares que debían juzgar a los calificados como "combatientes enemigos ilegales", supuestamente no amparados por las convenciones de guerra de Ginebra, ni por las leyes federales de Estados Unidos. Pero el año pasado, la Corte Suprema reconoció a los detenidos el derecho a recurrir ante la justicia por la vía civil.

La orden firmada por Obama reconoce expresamente que serán tratados como prisioneros de guerra conforme al derecho internacional. Los presos originarios de países con los EE.UU. tiene acuerdos y sus gobiernos lo solicitaron, fueron extraditados. Otros se arriesgan a ser torturados si son devueltos. Ahora, el grupo más numerosos (un centenar) es de Yemen, país con el que EE.UU. no tiene tratado sobre la materia.

En una entrevista reciente, el nuevo inquilino de la Casa Blanca no quiso comprometerse en un plazo determinado para cerrar Guantánamo. Sólo habló de hacerlo durante su mandato (cuatro años) dadas la compeljidad del caso.

Según informes de prensa, la Unión Europea está estudiando acoger a una parte de los presos para colaborar al cierre de la base. Preguntado al respecto, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, declaró que "la cuestión plantea serios problemas legales".

Responsabilidades

Otra cuestión delicada es la situación de los agentes implicados en las torturas, reconocidas hace pocos días al fin por los colaboradores de Bush. Tan es así, que los republicanos, minoría ahora en el Capitolio, han postergado la aprobación de la designación del fiscal general nombrado por Obama, Eric Holder, para que aclare la suerte que correrían esos funcionarios.

Obama también ha anunciado que este jueves va a tratar estas cuestiones con jefes militares retirados.

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