El ministro de Agricultura irlandés, Brendan Smith, ha reconocido que la ternera de este país también está contaminada por las mismas dioxinas que han afectado a la carne de cerdo, aunque ha subrayado que este caso no existe riesgo para la sanidad pública.
"Tres de las once manadas analizadas presentan un nivel de policloruro de binefilo (PCB), un contaminante asociado a las dioxinas, que supera los límites establecidos", ha asegurado Smith, que ha precisado que los animales serán sacados de la cadena alimentaria.
Frente a lo que ha ocurrido con los cerdos, la contaminación de la cerne bovina no supone un riesgo para la salud debido a que los niveles encontrados en el ganado analizado "eran entre dos y tres veces superior del límite establecido", mientras que "los niveles encontrados en los cerdos era de entre 80 y 200 el nivel legal".
Riesgo de cáncer
"Para que estas cosas supongan un riesgo debe haber un alto tiempo de exposición y la exposición ha sido muy corta", ha añadido el ministro.
El gobierno irlandés ordenó el pasado sábado a la industria alimentaria local retirar sus productos de tiendas y rastaurantes debido a la contaminación por dioxinas, que en algunas formas y con una larga exposición pueden provocar cáncer.
Por su parte, el doctor Alan Reilly, la autoridad irlandesa de seguridad alimentaria, ha precisado que la ternera contaminada no se venderá, "aunque no pediremos la retirada de la que ya está en el mercado por la pequeña cantidad afectada en comparación con la producción bovina total".
La Comisión Europea ha detallado que esta carne se ha exportado a 21 países, incluyendo Reino Unido, Francia y Alemania, aunque no ha llegado a venderse en España.
"El pienso contaminado ha sido tomado por 10 manadas de cerdos y 38 de ganado bovino", ha precisado Nina Papadoulaki, portavoz de la comisión responsable de asuntos de Sanidad.