El sábado se supo que, hace una semana, gendarmería y policía francesa dejaron sin vigilar un zulo de ETA en un bosque del suroeste de Francia. Se ha sabido ahora que el escondite contenía documentos escritos en euskera, un disco duro, y diversos artículos de aseo que según los investigadores podrían pertenecer a miembros de la organización terrorista.
En el zulo, situado cerca de la localidad de Bergerac en Dordoña, no se encontraron ni armas ni explosivos.
En un primer momento, los gendarmes de la Unidad de Élite francesa GIGN habían instalado un dispositivo de vigilancia alrededor del zulo para tratar de localizar e interceptar a los presuntos miembros de ETA que lo utilizaban, aunque tras unas horas de espera fueron relevados por miembros de la policía judicial francesa, que inspeccionó el zulo y requisó la documentación y los artículos allí encontrados.